La actividad edificatoria en España se mantiene estable en la primera mitad del año, según los últimos datos publicados por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Entre enero y junio se autorizaron proyectos de obra nueva y gran rehabilitación por un total de 17,7 millones de metros cuadrados, lo que supone una reducción de apenas el 2 % respecto al mismo periodo de 2024.
En términos de vivienda nueva, se visaron 59.341 unidades, un 4,64 % menos que en el ejercicio anterior. Pese al retroceso, se trata del segundo mejor dato registrado desde 2019. En el ámbito de la gran rehabilitación, se autorizaron 30.900 viviendas, lo que representa un incremento de solo el 1,68 % tras el fuerte repunte del 50 % registrado en 2024. Esta cifra queda lejos de los hitos marcados por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que establece como objetivo 96.000 viviendas rehabilitadas en 2025.


La urgencia de acelerar el sector
Para la presidenta del CSCAE, Marta Vall-llossera, los datos ponen de relieve la necesidad de redoblar esfuerzos:
“En un contexto de crecimiento y demanda constante, urge impulsar el sector para atajar dos de los problemas más acuciantes que enfrenta España: el difícil acceso a una vivienda digna y asequible para capas cada vez más amplias de la población y una emergencia climática que exige renovar más de la mitad del parque de viviendas y edificios”.
La dirigente ha subrayado que la vivienda “no es un bien de consumo más, sino un derecho”, lo que exige una estrategia a largo plazo consensuada por todas las fuerzas políticas y el conjunto del sector. Esa estrategia debería garantizar la seguridad jurídica, la estabilidad de las ayudas públicas, la coordinación administrativa y la agilización de licencias, además de afrontar un problema creciente: la falta de mano de obra cualificada. Vall-llossera advierte de que este déficit amenaza tanto la regeneración de barrios como la construcción de vivienda pública, y reclama políticas activas para atraer y formar talento joven y femenino.
Rehabilitación y obra nueva: desglose de superficies
La superficie visada para rehabilitación (residencial y no residencial) alcanzó los 4,8 millones de m², un 2 % menos que en 2024. El descenso se debe sobre todo a la caída en proyectos no residenciales (-15 %), mientras que la superficie residencial se incrementó un 10 %, hasta los 2,7 millones de m².
En cuanto a la obra nueva, la superficie visada fue de 12,9 millones de m², un 2 % inferior al año anterior. La parte residencial apenas retrocedió un 1 %, mientras que la no residencial descendió un 5 %, situándose en el volumen más bajo de los últimos cinco años.


Diferencias territoriales
La evolución fue desigual según las comunidades autónomas. Navarra (-36 %), País Vasco (-27,28 %) y Cataluña (-20,65 %) registraron los descensos más acusados, mientras que Melilla (+484 %), Baleares (+40,9 %) y Castilla-La Mancha (+36,7 %) lideraron los crecimientos.
En rehabilitación, destacaron los incrementos en Baleares (+32,2 %), Asturias (+25,6 %) y Castilla-La Mancha (+16,5 %), frente a fuertes caídas en Ceuta (-63,3 %), Canarias (-40,1 %) y Navarra (-31,5 %). En obra nueva residencial, Melilla (+469,7 %), Extremadura (+80,1 %) y Castilla-La Mancha (+54,7 %) registraron los mayores aumentos, mientras Ceuta (-75,3 %), País Vasco (-46,7 %) y Navarra (-32,6 %) mostraron los retrocesos más significativos.


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