El Plan Nacional de Renovación de Edificios remitido a Bruselas anticipa una reducción del consumo energético superior a la exigida por la Directiva europea y consolida la rehabilitación como eje de la descarbonización.
El Gobierno de España ha presentado a la Comisión Europea el proyecto del Plan Nacional de Renovación de Edificios (PNRE), un documento estratégico que define la hoja de ruta para transformar el parque edificatorio, público y privado, hacia un modelo de cero emisiones en el horizonte 2050. El Plan, alineado con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), deberá recibir recomendaciones del Ejecutivo comunitario antes de su aprobación definitiva, prevista para finales de 2026.
Según los datos remitidos, España ya ha reducido un 10 % el consumo energético de las viviendas entre 2020 y 2023, con una media anual de 540.000 actuaciones de rehabilitación. Esta evolución permite anticipar una reducción del 25 % en 2030 y del 33 % en 2035, superando de forma holgada los objetivos fijados por la normativa europea, que establece recortes del 16 % y del 20 % respectivamente para esos mismos horizontes temporales.
Un plan alineado con la nueva Directiva europea de eficiencia energética
La actualización de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (EPBD) obliga a los Estados miembros a definir planes nacionales que incorporen normas mínimas de eficiencia energética (MEPS) y trayectorias de rehabilitación progresiva. En este contexto, el PNRE se concibe como un instrumento de transformación a gran escala del parque residencial y no residencial, con el objetivo de garantizar edificios más eficientes, resilientes y sostenibles.
El análisis preliminar del Plan constata que la reducción de consumo energético prevista entre 2020 y 2030 equivale a la rehabilitación integral de cerca de 1,57 millones de viviendas, una cifra que supera las previsiones iniciales del PNIEC. Solo entre 2020 y 2023, el ahorro energético conseguido es comparable al efecto de haber rehabilitado íntegramente unas 615.000 viviendas.
Siete grandes ejes de actuación
Para alcanzar estos objetivos, el Plan Nacional de Renovación de Edificios articula siete políticas estratégicas que se despliegan en más de 200 actuaciones concretas agrupadas en 57 medidas. Entre ellas destacan la rehabilitación energética del parque edificado, la lucha contra la pobreza energética, la regeneración urbana y de barrios, el impulso de las energías renovables, la innovación y la industrialización de procesos constructivos, así como medidas de gobernanza, financiación, acompañamiento y formación.
Desde la perspectiva sectorial, el PNRE refuerza el papel de la edificación como palanca clave de la transición energética, con efectos directos sobre la actividad de la construcción, la rehabilitación, la industria de materiales y los servicios técnicos asociados.
Beneficios sociales, económicos y ambientales
Más allá de los objetivos climáticos, el Plan subraya los beneficios directos para la ciudadanía: reducción de la factura energética, mejora del confort y la salud en los hogares, disminución de la vulnerabilidad energética y generación de empleo vinculado a la rehabilitación y la regeneración urbana.
El documento ha sido elaborado bajo la coordinación del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en el marco de la iniciativa ARCE 2050. Arquitectura Cero Emisiones, e incorpora una visión integral que combina descarbonización, calidad arquitectónica y equidad social.
Un proceso participativo amplio
La redacción del PNRE se ha apoyado en un proceso participativo de gran alcance, con más de 400 agentes implicados, cuatro grupos de trabajo y cinco mesas de expertos. Además, el borrador del Plan fue sometido a audiencia e información pública entre finales de noviembre y mediados de diciembre de 2025, periodo en el que se recibieron 81 aportaciones de administraciones, empresas, asociaciones y particulares, integradas en la versión remitida a Bruselas.
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