“El objetivo no es solo innovar en procesos constructivos, sino transformar cómo concebimos y producimos vivienda en España”,
afirmó Iñaqui Carnicero, secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, durante una jornada organizada por Grupo CIARE en la sede de Cuatrecasas. Ante una amplia representación del sector —desde promotores hasta fabricantes—, Carnicero detalló los avances más relevantes del PERTE de la Industrialización de la Vivienda, un proyecto estratégico del Gobierno que busca acelerar la transición hacia una edificación más eficiente, tecnológicamente avanzada y sostenible.
Entre los instrumentos ya en marcha, destacó la Plataforma Colaborativa de sistemas constructivos, concebida como el “corazón digital” del nuevo modelo productivo. Esta herramienta tecnológica facilitará el intercambio de información entre todos los agentes de la cadena de valor —promotores, arquitectos, ingenierías, constructoras e industria—, ofreciendo un catálogo actualizado y trazable de soluciones industrializadas disponibles en el mercado. Permitirá, además, mejorar la interoperabilidad, reducir plazos y elevar la calidad técnica de las decisiones constructivas.
A esta iniciativa se suma la Ciudad de la Industrialización, un espacio físico ubicado en la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Valencia que funcionará como hub de innovación, formación y demostración tecnológica. Según explicó Carnicero, este centro será el escaparate de la edificación del futuro, conectando el entorno digital de la plataforma con una sede real donde se visualizará el potencial de la construcción industrializada en España. Allí se exhibirán sistemas constructivos avanzados, se formará talento especializado y se fomentará la colaboración público-privada.
La gobernanza del PERTE también ha avanzado significativamente con la constitución de la Comisión Interministerial, en la que participan nueve ministerios y la Oficina Económica del Presidente del Gobierno. Esta estructura garantiza una visión transversal, integrando políticas industriales, educativas, laborales y económicas para abordar de forma conjunta los desafíos estructurales del sector. Asimismo, ya está operativa la Oficina del PERTE, responsable del seguimiento y ejecución de las distintas medidas, y se ha iniciado la adaptación de la normativa UNE para estandarizar procesos y productos industrializados, mejorando su trazabilidad y asegurando la calidad.
Con una inversión pública de 1.300 millones de euros, el PERTE aspira a movilizar más del doble en financiación privada, alcanzando un volumen total equivalente al 0,31% del PIB nacional. Esta inyección económica permitirá reforzar la capacidad productiva, tecnológica y sostenible de las empresas del sector, actuando como palanca de reindustrialización verde. Actualmente, la vivienda industrializada representa apenas el 1% de la producción total en España, pero el objetivo del PERTE es alcanzar el 10% en una década, superando las 20.000 unidades anuales a medio plazo.
El plan no solo responde a la necesidad de modernizar la construcción, sino también a los retos de la emergencia climática y habitacional.
“Queremos que la vivienda industrializada sea un motor real de innovación, eficiencia, empleo verde y competitividad para la economía española”, concluyó Carnicero.

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