La Comisión Europea ha presentado un amplio paquete de medidas destinado a simplificar la legislación medioambiental en ámbitos clave como las emisiones industriales, la economía circular, las evaluaciones ambientales y los datos geoespaciales. El objetivo es claro: reducir la carga administrativa para empresas y administraciones sin renunciar a los estándares ambientales y de salud que sustentan la transición ecológica europea.
La propuesta llega en un momento en el que la industria europea reclama normas más comprensibles y procedimientos más ágiles para poder invertir, innovar y ejecutar proyectos con mayor rapidez. Según la Comisión, las medidas podrían suponer un ahorro de alrededor de 1.000 millones de euros anuales para las empresas, acercándose al objetivo global de reducir en 37.500 millones los costes administrativos antes de 2029.
Permisos más rápidos para proyectos estratégicos
Uno de los pilares del paquete es la simplificación de las evaluaciones medioambientales, que permitirá acelerar la concesión de permisos para proyectos esenciales en digitalización, materias primas críticas o vivienda asequible. La creación de puntos únicos de contacto, la digitalización de procedimientos y la incorporación de medidas específicas para proyectos ligados a descarbonización o eficiencia de recursos buscan reducir tiempos y eliminar duplicidades.
Para el sector de la construcción, esta agilización puede convertirse en un elemento decisivo: procesos más claros y previsibles permiten avanzar en infraestructuras sostenibles, rehabilitación y vivienda asequible, áreas donde los retrasos administrativos suelen ser un freno estructural.
Cambios en las emisiones industriales
La revisión de la Directiva de Emisiones Industriales (IED) introduce mayor flexibilidad para que las empresas adapten sus sistemas de gestión ambiental. Se elimina la obligatoriedad de incluir planes de transformación y se amplían los plazos para su preparación, lo que permitirá a operadores industriales —incluidas empresas vinculadas a materiales, procesos constructivos o manufactura— adecuarse a los requisitos de forma más eficiente y realista.
Con esta modificación, la normativa se simplifica sin reducir los estándares ambientales, facilitando que la industria avance en la descarbonización y la eficiencia de recursos, dos factores clave para el ecosistema de la construcción.
Sustancias peligrosas y economía circular
La Comisión también propone suprimir la base de datos SCIP —destinada a sustancias peligrosas en productos— por considerarla poco eficiente y costosa. Su función será asumida por herramientas digitales como el Pasaporte Digital de Producto, que formará parte del futuro marco de economía circular.
Asimismo, se simplifican temporalmente las obligaciones de Responsabilidad Ampliada del Productor (EPR) para fabricantes europeos de baterías, envases, equipos electrónicos o plásticos de un solo uso, reduciendo la necesidad de designar representantes en cada Estado miembro.
Geodatos más accesibles
La actualización de la Directiva INSPIRE permitirá alinear los requisitos técnicos con la normativa sobre datos públicos de alto valor. Esto facilitará el uso de geodatos por parte de administraciones y empresas, especialmente relevantes en planificación urbana, infraestructuras y análisis territorial.
Un paso más en la agenda de competitividad
Este paquete forma parte de la estrategia para mejorar la competitividad europea, recogida en el EU Competitiveness Compass, y responde a las más de 190.000 aportaciones recibidas en la consulta pública. La Comisión seguirá explorando nuevas vías de simplificación en ámbitos como el agua, los residuos y la economía circular.
La vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera resumió el equilibrio que persigue la iniciativa:
“Esta simplificación legislativa facilita que las empresas operen de manera más eficiente sin renunciar a nuestros objetivos ambientales y de salud”.
El paquete se enviará ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su tramitación. Si se aprueba, constituirá un avance significativo hacia un marco regulador más claro y operativo, capaz de impulsar un crecimiento verdaderamente sostenible en toda la UE.
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