La Federación Europea de Asociaciones de Ingeniería Consultora (EFCA) ha publicado su informe 2025 sobre tendencias futuras, centrado esta vez en la resiliencia del sistema energético europeo. El estudio, realizado en colaboración con la Universidad de Marburgo, presenta una evaluación exhaustiva de los riesgos estructurales, climáticos y geopolíticos que amenazan la estabilidad energética del continente, así como un conjunto de recomendaciones técnicas y normativas.
Entre los principales hallazgos destaca un desequilibrio alarmante entre la infraestructura existente y las necesidades futuras de electrificación y descarbonización. Aunque la generación de energías renovables ha crecido, el modelo sigue siendo centralizado, poco flexible, y extremadamente vulnerable a las interrupciones externas.
Radiografía del sistema: envejecido, dependiente y fragmentado
Los datos son contundentes:
- 70 % del suministro energético bruto en la UE procede de combustibles fósiles (2022).
- 63 % de la energía es importada, lo que deja a Europa expuesta a tensiones geopolíticas.
- 40 % de la red de distribución eléctrica tiene más de cuatro décadas y no está preparada para un aumento del 60 % en la demanda de aquí a 2030.
- 75 % del parque edificatorio es energéticamente ineficiente y seguirá en uso más allá de 2050.
La fragmentación del mercado y la falta de interconexiones ralentizan la integración de renovables. Además, el organismo regulador europeo (ACER) carece de competencias vinculantes para garantizar la ejecución de políticas energéticas transfronterizas.
Amenazas climáticas y geopolíticas: un cóctel explosivo
El informe distingue entre vulnerabilidades internas y riesgos externos:
- Riesgos climáticos: la escasez de agua afecta la generación hidroeléctrica y la refrigeración de plantas térmicas y nucleares. Las olas de calor incrementan la demanda y reducen la eficiencia de las líneas de transmisión.
- Riesgos geopolíticos: desde el corte de suministros por conflictos internacionales hasta los ciberataques a infraestructuras críticas, el sistema europeo muestra una elevada exposición a amenazas externas.
Un análisis técnico incluido en el informe expone un riesgo potencial asociado a redes eléctricas dominadas por renovables: si el suministro eléctrico proviene exclusivamente de fuentes solares (es decir, sin generación rotacional), la falta de inercia física puede provocar inestabilidad de frecuencia. EFCA cita como ejemplo un escenario crítico modelado en España y Portugal, donde la desconexión de fuentes convencionales habría desembocado en un colapso de red. Aunque no se trata de un caso real, la simulación revela que alcanzar el 100 % de generación solar sin respaldo técnico adecuado puede comprometer seriamente la seguridad operativa. Por ello, se recomienda la integración de condensadores síncronos, inversores con capacidad de formación de red (grid-forming inverters) y almacenamiento energético para compensar la pérdida de inercia.
Propuestas técnicas y estratégicas
El documento plantea una transformación multisectorial basada en seis pilares:
- Modernización de redes: inversión estimada en 500.000 millones de euros para ampliar, digitalizar y adaptar la infraestructura eléctrica a la generación descentralizada y a las nuevas demandas.
- Expansión de las renovables: con prioridad para solar, eólica, maremotriz, geotermia y bioenergía de residuos, minimizando los cultivos energéticos que compiten por recursos hídricos.
- Almacenamiento flexible: desde centrales hidroeléctricas reversibles a baterías de sodio o almacenamiento químico con hierro regenerado. El uso de vehículos eléctricos como almacenamiento distribuido bidireccional también se considera una solución emergente.
- Reforma legal y fortalecimiento institucional: dotar a ACER de competencias sancionadoras, armonizar normativas de permisos, e incluir criterios de calidad y resiliencia en las licitaciones públicas.
- Adaptación climática: infraestructuras resistentes a inundaciones, calor extremo y eventos meteorológicos severos, diseñadas con la colaboración de ingenieros y geógrafos.
- Diversificación y soberanía energética: reducción de importaciones mediante producción local de hidrógeno, biogás y combustibles sintéticos. Reforzar las cadenas de suministro europeas para materiales clave.
¿Y la energía nuclear?
EFCA no elude el debate nuclear: advierte de que el 83 % de los reactores en Europa superan los 30 años de antigüedad y muchos se acercan al fin de su vida útil. Además, ningún país dispone aún de un repositorio geológico profundo en operación para los residuos de alta actividad, salvo Finlandia. Las amenazas de ciberseguridad y los riesgos en contextos bélicos completan un diagnóstico preocupante.
Un desafío técnico y político sin precedentes
El informe de EFCA es una llamada a la acción: la ingeniería europea tiene el conocimiento necesario para rediseñar el sistema energético, pero necesita el respaldo de políticas audaces y financiación estable. La resiliencia no se improvisa, se planifica. Y el tiempo corre.