La Comisión Europea ha propuesto una modificación clave en la Legislación Europea sobre el Clima que marca un nuevo hito en la política ambiental de la UE: un objetivo climático intermedio de reducción del 90 % de las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2040, respecto a los niveles de 1990. Este nuevo rumbo no solo fija un horizonte ambicioso, sino que ofrece un marco más flexible, pragmático y adaptado a la realidad económica y geopolítica actual.
Con esta propuesta, la Comisión busca dar continuidad a la senda trazada con el Pacto Verde Europeo y el objetivo legalmente vinculante de reducir las emisiones en un 55 % para 2030. Además, responde a la obligación establecida en la propia Ley del Clima de la UE de fijar un nuevo objetivo intermedio tras el primer balance mundial del Acuerdo de París celebrado en 2023.
Un marco estable para la inversión y la competitividad
Uno de los pilares de la nueva propuesta es proporcionar certidumbre a los inversores, favorecer la innovación industrial y reforzar la seguridad energética de la Unión. En palabras de la presidenta Ursula von der Leyen: “El objetivo es claro, el camino es pragmático y realista”. La propuesta se alinea con la Brújula para la Competitividad, el Pacto por una Industria Limpia y el Plan de Acción para una Energía Asequible, reforzando el vínculo entre descarbonización e impulso económico.
Se prevé que esta hoja de ruta estimule la inversión en tecnologías limpias, fomente el empleo de calidad y aumente la resiliencia frente a los impactos climáticos. En paralelo, la Comisión asegura que se tendrán en cuenta las especificidades nacionales y que los principios de eficiencia, rentabilidad y neutralidad tecnológica guiarán su implementación.
Nuevas herramientas legislativas y más flexibilidad
Uno de los cambios sustanciales del nuevo planteamiento es la introducción de mayor flexibilidad legislativa. La Comisión tendrá margen para diseñar instrumentos que permitan alcanzar el objetivo climático de forma eficaz y socialmente justa. Esto incluye el uso de créditos internacionales de alta calidad a partir de 2036, el reconocimiento de las absorciones permanentes de carbono nacionales dentro del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (RCDE UE), y la posibilidad de compensaciones entre sectores.
Por ejemplo, un Estado miembro con dificultades en el sector de uso del suelo podría equilibrar su balance gracias a mayores reducciones en otros ámbitos como el transporte o la gestión de residuos.
El Pacto por una industria limpia: palanca para 2040
Junto con la propuesta legislativa, la Comisión ha publicado una Comunicación sobre la implementación de las primeras medidas del Pacto por una Industria Limpia, clave para alcanzar el nuevo objetivo. Destaca la adopción del nuevo marco de ayudas estatales, la simplificación del Mecanismo de Ajuste en Frontera del Carbono (MAFC), que reduce la carga burocrática al 90 % de los importadores, y la introducción de incentivos fiscales para acelerar la inversión en tecnologías limpias.
Además, se han anunciado nuevas directrices sobre renovables, medidas para facilitar los acuerdos de compra de electricidad y un proyecto piloto para un futuro Banco de Descarbonización Industrial.
Un mensaje claro de cara a la COP30
Al presentar esta propuesta, la UE también lanza una señal contundente a la comunidad internacional. El objetivo del 90 % de reducción de emisiones refuerza el compromiso europeo con el Acuerdo de París y establece una posición firme de cara a la próxima COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil.
La Comisión trabajará ahora con la Presidencia del Consejo para definir la nueva contribución determinada a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), en línea con este nuevo horizonte de 2040.
Próximos pasos
La propuesta se someterá al procedimiento legislativo ordinario y deberá ser adoptada por el Parlamento Europeo y el Consejo. Una vez aprobada, servirá como referencia para el nuevo marco político europeo posterior a 2030, consolidando la transición hacia una economía climáticamente neutra en 2050.
Contexto: de la Ley del Clima al objetivo 2040
La Legislación Europea sobre el Clima, en vigor desde julio de 2021, convirtió en ley el compromiso de la UE con la neutralidad climática para 2050 y el objetivo intermedio del 55 % para 2030. El paquete legislativo “Objetivo 55” fue el primer paso para esta transformación, y su aplicación ya está en marcha en los Estados miembros.
La evaluación de los planes nacionales integrados de energía y clima, publicada en mayo, confirma que la UE está en camino de cumplir su meta para 2030. La propuesta de hoy amplía esa ambición, afianzando una trayectoria estable, competitiva y socialmente inclusiva hacia una Europa descarbonizada.