“La eficiencia energética ya no es solo una cuestión técnica o ambiental, sino económica. Y está al alcance de cualquier propietario que actúe con conocimiento”
Hola, José Antonio. ¿Puedes explicarnos a qué se dedica tu empresa? Soy el CEO y fundador de The West Mediterranean Sun Company, una firma que nace con la entrada en vigor de una directiva europea de 2023. Esta obliga a todos los inmuebles, sean residenciales, industriales o logísticos, a ejecutar mejoras de eficiencia energética. Aunque la mayoría de la población aún lo desconoce, estas reformas no solo son necesarias, sino que pueden ser económicamente ventajosas.
¿Qué os hace distintos respecto a otras compañías del sector? Desde el inicio, analizamos a fondo la normativa europea y nos centramos en cómo aplicar sus beneficios. Nuestro punto fuerte está en identificar los actores clave y gestionar todo el proceso para que puedan beneficiarse del CAE: el Certificado de Ahorro Energético. Este instrumento permite monetizar las mejoras energéticas realizadas, ya que existen sujetos obligados —empresas energéticas principalmente— que los compran.
¿Qué es el CAE? El Certificado de Ahorro Energético (CAE) es una unidad de medida equivalente a un megavatio hora/año ahorrado gracias a reformas de eficiencia energética en un inmueble. Este ahorro se puede monetizar si se certifica correctamente, ya que existen entidades —llamadas sujetos obligados— que están legalmente comprometidas a comprar CAEs como parte de su obligación de ahorro energético. Esta herramienta convierte una acción técnica en un activo económico para los propietarios.
¿A quién va dirigida vuestra propuesta? A todo el mundo: desde propietarios individuales a comunidades de vecinos, empresas agroindustriales o del sector hotelero. Cualquier inmueble que justifique una mejora energética cuantificable puede generar CAEs. Por ejemplo, si rehabilitas un edificio antiguo en Barcelona con nuevas ventanas, climatización y aislamiento, se pueden generar CAEs por cada MWh/año ahorrado.
¿Qué tipo de inmuebles son los más receptivos ahora mismo? Las empresas, sin duda. Especialmente en naves industriales, donde el consumo energético es alto. Las mejoras pueden ser muy significativas, lo que permite generar muchos CAEs. Hay que aclarar: no son subvenciones tipo Next Generation. Esto funciona como un mercado voluntario de compra-venta de ahorros energéticos.
¿Cuál sería el procedimiento práctico para una comunidad de vecinos? Identificar primero las oportunidades de mejora: aislamiento, ventanas, climatización. Luego validamos técnicamente el proyecto y calculamos cuántos CAEs puede generar. Si ya se ha ejecutado, también se puede hacer. Después, gestionamos la monetización y, si es necesario, ofrecemos financiación para evitar que el dinero sea un impedimento.
¿Qué acogida estáis teniendo en el sector? Mucha sorpresa, porque el sistema es todavía muy desconocido. A menudo lo confunden con ayudas europeas, pero es distinto. Nosotros validamos técnicamente las obras y gestionamos los CAEs para quien ha hecho la mejora. Esto tiene un recorrido enorme para los próximos diez años.
¿Crees que en España y Cataluña se está implementando correctamente esta normativa? Estamos en un punto embrionario, pero la presión de Europa será creciente. A partir de noviembre, todos los países deben tener su plan nacional para aplicarla. En cinco años, nadie pondrá en venta un inmueble sin saber su eficiencia energética y su potencial en CAEs.
