Viladecans ha acogido durante tres días la XVII edición de CONAMA Local, el encuentro estatal de pueblos y ciudades por la sostenibilidad, consolidándose como un espacio clave para compartir políticas, proyectos y soluciones concretas frente a la crisis climática desde el ámbito municipal. Organizado por la Fundación Conama, el Ayuntamiento de Viladecans y la Diputació de Barcelona, el congreso ha reunido a más de 200 especialistas y cerca de un millar de asistentes, confirmando el papel de las ciudades como actores decisivos en la transición ecológica.
Bajo el lema “Conecta. Actúa. Transforma”, CONAMA Local Viladecans 2025 ha puesto el foco en cinco ámbitos estratégicos —energía, movilidad, economía circular, infraestructura verde y adaptación al cambio climático— desde una perspectiva eminentemente práctica, basada en experiencias reales y proyectos ya en marcha tanto en municipios pequeños como en ciudades intermedias y grandes áreas urbanas.
Las ciudades somos la zona cero
Uno de los mensajes más contundentes del encuentro llegó en la sesión de clausura. Jordi Mazón, teniente de alcalde de Planificación Territorial, Movilidad y Residuos del Ayuntamiento de Viladecans, subrayó el papel de los gobiernos locales ante la falta de acción climática a escala estatal:
“Ante la inacción de los gobiernos nacionales, las ciudades somos la zona cero”.
Una afirmación que resume el espíritu del congreso: actuar desde lo local para acelerar una transición que ya no admite demoras.
Adaptación al cambio climático: del diagnóstico a la acción
Las consecuencias del calentamiento global —olas de calor, sequías e inundaciones— han sido uno de los ejes centrales del debate. En este contexto, CONAMA Local ha servido de escenario para adelantar algunos contenidos de la Evaluación de riesgos e impactos derivados del cambio climático en España, que se presentará en los próximos días.
Según explicó María Sintes, jefa de Servicio de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), el informe debe entenderse como una herramienta de partida:
“En el ciclo de la adaptación es el primer paso: identificar riesgos que orienten la planificación, que después se concreta en acciones sobre el terreno y se evalúa”.
Un enfoque que conecta directamente con las necesidades de la planificación territorial y urbana.
Un ejemplo concreto presentado en el congreso ha sido el proyecto europeo LIFE AdaptCalaMillor, en Mallorca, centrado en la adaptación de zonas costeras mediante soluciones basadas en la naturaleza. José Pérez Colom, técnico del Servicio de Cambio Climático y Atmósfera del Govern balear, destacó que el proyecto responde a una demanda clara del territorio:
“La sociedad y el sector hotelero han pedido estudiar la regresión de las playas, que afecta directamente a la actividad turística. El proyecto no solo aborda esta necesidad, sino que impulsa una nueva gobernanza de la costa”.
Colaboración público-privada y gobernanza compartida
La colaboración entre administraciones, sector privado y agentes del conocimiento ha sido otra de las ideas transversales del encuentro. En este sentido, Fidel Vázquez Alarcón, director de Proyectos Urbanos del grupo Roca, defendió la eficacia de la colaboración público-privada para acelerar la transición ecológica, presentando el proyecto Roca City Gavà-Viladecans.
Se trata de una operación de regeneración urbana de gran escala que prevé transformar terrenos infrautilizados en un nuevo ecobarrio de 32 hectáreas, basado en criterios de sostenibilidad, mezcla de usos y con la generación de unas 2.200 viviendas en Viladecans. Un ejemplo de cómo la regeneración del suelo y la renaturalización urbana pueden integrarse en proyectos de ciudad a largo plazo.
La lógica colaborativa también define el proyecto Life eCOadapt50, coordinado por el Área de Acción Climática de la Diputació de Barcelona, que reúne a 24 socios catalanes y dos entidades asociadas. Su objetivo es aumentar la resiliencia de actividades económicas especialmente vulnerables al cambio climático, implicando a un 42 % del territorio catalán y a un tercio de su población.
Economía circular, energía y movilidad: retos operativos
La economía circular ha tenido un peso destacado en el programa, en un momento en que se prevé una inversión de entre 6.000 y 6.500 millones de euros para desarrollar infraestructuras capaces de tratar más de 3,5 millones de toneladas de residuos en los próximos años. Francisco Borja Martín, director regional Norte de PreZero, fue claro al señalar uno de los principales obstáculos:
“Si queremos cumplir los objetivos, necesitamos agilizar los trámites para que los proyectos se ejecuten a tiempo. La prevención debe ser prioritaria y el vertedero está enterrando recursos que hoy ya no tiene sentido desaprovechar”.
En el ámbito energético, los debates se centraron en la gestión del sistema eléctrico, la planificación del uso del suelo y el papel del liderazgo público, especialmente en relación con el Plan Territorial Sectorial para la Implantación de Energías Renovables en Catalunya (PLATER). Todo ello en diálogo con el entorno rural y la necesidad de coordinación entre administraciones.
La movilidad sostenible y la recuperación del espacio público también estuvieron presentes, con ejemplos de ciudades como París, Salou, Mollet del Vallès o Alcoi, que están desplegando corredores ecológicos, infraestructuras verdes y soluciones basadas en la naturaleza para mejorar la biodiversidad y la calidad de vida urbana.
Un espacio de encuentro y divulgación
Además de sesiones plenarias, mesas redondas y jornadas técnicas, CONAMA Local Viladecans 2025 ha incorporado talleres participativos abiertos, exposiciones y espacios de divulgación orientados tanto a público especializado como a la ciudadanía. Iniciativas vinculadas a la reparación, el consumo responsable y la sensibilización ambiental han completado un programa que ha buscado conectar conocimiento técnico y acción cotidiana.
Con la clausura del congreso —que ha servido también como cierre del reconocimiento Green Leaf 2025— la Fundación Conama ya trabaja en la próxima edición de CONAMA 2026, que se celebrará en Madrid del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 2026. Mientras tanto, Viladecans ha dejado claro que la sostenibilidad urbana ya no es un discurso, sino un campo de acción donde las ciudades están marcando el ritmo.
Otros artículos publicados en Construnews.com












