El último Eurobarómetro especial publicado por la Comisión Europea revela un fuerte respaldo ciudadano hacia la acción climática: el 88 % de los encuestados en España considera el cambio climático un problema serio o muy serio y el 81 % apoya el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050.
Sin embargo, al traducir esa preocupación en acciones concretas, los datos muestran una notable contradicción. Entre múltiples opciones de respuesta a la pregunta sobre qué han hecho los ciudadanos en los últimos seis meses para combatir el cambio climático, solo el 9 % de los españoles indica haber mejorado el aislamiento de su vivienda para reducir el consumo energético, frente al 14 % de media en la Unión Europea.
España es uno de los países más conscientes de los riesgos climáticos: un 45 % de la población percibe que el cambio climático ya afecta a su vida cotidiana, frente al 38 % del promedio europeo. Aun así, según la Andimat, la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes, sigue existiendo una escasa iniciativa en soluciones individuales eficaces como el aislamiento térmico.
“España está por encima de la media europea en su apoyo a la transición energética, pero muy por debajo en la aplicación de medidas concretas como el aislamiento de la envolvente del edificio”, señala Luis Mateo, director general de Andimat. “Actuar sobre la envolvente —fachadas, cubiertas, ventanas o suelos— es el primer paso para mejorar el confort, reducir la demanda energética y combatir el cambio climático desde el hogar”.
Desajuste entre conciencia y acción
El informe constata que, aunque un 92 % de los españoles respalda acciones para impulsar la eficiencia energética, estas intenciones no se traducen en actuaciones reales. El anterior Eurobarómetro de octubre de 2024 ya había detectado esta brecha entre lo que se piensa y lo que se hace en España respecto a la rehabilitación energética de viviendas.
Desde Andimat se insiste en la necesidad de reforzar la educación ciudadana y las políticas públicas: “Son necesarias campañas de sensibilización, programas de ayudas y medidas fiscales que pongan el foco en intervenciones pasivas, como el aislamiento, para transformar la preocupación social en acción climática efectiva”.
Inversión pública, clave para acelerar la eficiencia
El estudio europeo también señala un alto grado de consenso sobre el papel de las administraciones públicas en la lucha contra el cambio climático: cerca del 90 % de los ciudadanos europeos cree que los gobiernos y la UE deben aumentar la inversión en eficiencia energética, incluyendo el aislamiento de viviendas.
Conclusión
En un contexto de urgencia climática, el aislamiento se presenta como una herramienta sencilla, eficaz y al alcance de todos. Pero mientras España no convierta su conciencia ambiental en actuaciones concretas sobre el parque edificado, seguirá perdiendo una oportunidad clave para avanzar hacia los objetivos climáticos y mejorar el bienestar ciudadano.