La Unión Europea ha reforzado su liderazgo en la lucha contra la contaminación por plásticos con motivo del inicio de la segunda parte de la quinta ronda de negociaciones del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN-5.2), celebrada en Ginebra entre el 5 y el 14 de agosto. El objetivo: alcanzar un tratado internacional jurídicamente vinculante para poner fin a la contaminación por plásticos antes de 2040.
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la producción mundial de plásticos ha alcanzado 400 millones de toneladas anuales, pero solo un 12 % se incinera y apenas el 9 % se recicla, lo que deja una cantidad sustancial de residuos plásticos contaminando el entorno, especialmente ríos y océanos. La situación es crítica: si no se toman medidas, se estima que la producción de plástico se triplicará de aquí a 2060.
Un enfoque de ciclo de vida completo
Ante estas cifras alarmantes, la UE defiende un tratado que abarque todo el ciclo de vida de los plásticos, desde la producción hasta su eliminación. Entre las prioridades europeas están la eliminación gradual de productos plásticos especialmente perjudiciales para la salud y el medio ambiente, así como la adopción de disposiciones eficaces para una gestión ambientalmente racional de los residuos plásticos.
Además, se insiste en la necesidad de fijar normas globales para productos plásticos, restringir polímeros y aditivos peligrosos y establecer planes nacionales de reducción. Para lograr estos objetivos, la UE también propone apoyar a los países con menos capacidad técnica o financiera, favoreciendo una transición justa y efectiva.
Una voz europea firme
La comisaria europea de Medio Ambiente, Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, Jessika Roswall, participará el 12 de agosto en el segmento ministerial de las negociaciones. Según Roswall, la UE mantiene su firme compromiso de encontrar una solución mundial para frenar la contaminación por plásticos, y esperamos que todas las partes hagan gala de flexibilidad y apertura en las negociaciones. Debemos acordar políticas mundiales eficaces que beneficien tanto a las personas como al planeta».
La posición europea está alineada con el Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción para la Economía Circular, y se fundamenta en avances normativos ya adoptados: prohibición de ciertos plásticos de un solo uso, obligaciones de contenido reciclado y objetivos de recogida selectiva, entre otros.
Próximos pasos hacia un tratado global
Las negociaciones actuales dan continuidad a una sesión celebrada en diciembre de 2024, que logró avances significativos pero sin llegar a un acuerdo. La ronda de Ginebra se considera crucial para definir los elementos estructurales del tratado, cuya adopción definitiva está prevista para finales de este año.
Con su enfoque proactivo, la UE confía en poder movilizar una coalición internacional ambiciosa y dotar al tratado de los instrumentos necesarios para frenar la contaminación por plásticos en todo el mundo. Las decisiones que se tomen en esta fase marcarán el futuro de millones de toneladas de residuos que, sin intervención global, seguirán acumulándose en el planeta durante décadas.