El reputado ingeniero austríaco Konrad Bergmeister defendió durante su intervención en Construction2Future la necesidad urgente de integrar soluciones digitales y sostenibles en la planificación y ejecución de infraestructuras, subrayando que “la digitalización no es una opción, sino una obligación técnica y ética”.
Durante su intervención en el foro Construction2Future 2025 celebrado en La Pedrera de Barcelona, el profesor Konrad Bergmeister ofreció una visión rigurosa y de largo alcance sobre las megatendencias que están redefiniendo el sector de la construcción, con especial énfasis en la digitalización, la sostenibilidad y la innovación en anclajes estructurales. Reconocido por su trayectoria académica y profesional, Bergmeister forma parte del departamento de Infraestructura de la Universidad BOKU de Viena, una de las instituciones más relevantes en investigación aplicada a la ingeniería civil en Europa.
El profesor comenzó su ponencia haciendo referencia al impacto del Pacto Verde Europeo y al llamamiento ético lanzado hace una década por el Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si”, que marcó un punto de inflexión en la percepción de la sostenibilidad en todos los sectores productivos, incluida la construcción. En este sentido, subrayó que la transformación hacia modelos constructivos más sostenibles es una exigencia global ineludible, que requiere decisiones técnicas bien fundamentadas y compromisos institucionales valientes.
La ponencia de Bergmeister aportó elementos especialmente relevantes: el uso de sistemas de monitorización avanzada permite recopilar millones de datos en tiempo real sobre el estado de salud de infraestructuras existentes, cuya interpretación mediante inteligencia artificial permite anticipar fallos estructurales con semanas o incluso meses de antelación. Más del 70% de las decisiones estructurales, según el propio Bergmeister, pueden optimizarse mediante simulación digital avanzada, lo que reduce significativamente errores, tiempos de ejecución y emisiones de carbono. Estas cifras reafirman el valor de integrar metodologías cuantitativas en la toma de decisiones técnicas, y constituyen una base sólida para iniciativas de visualización y análisis dentro del ámbito del periodismo de datos.
Uno de los ejes centrales de su intervención fue el concepto de “digital twin” o gemelo digital, que permite modelar, monitorizar y predecir el comportamiento estructural de infraestructuras existentes en tiempo real. Gracias a tecnologías como el escaneado 3D, el uso de drones, la inteligencia artificial y sensores embebidos, es posible anticipar fallos, extender la vida útil de los elementos y mejorar su rendimiento mediante reforzamientos con materiales como fibra de carbono o basaltos. En paralelo, la digitalización de procesos de inspección y análisis permite sustituir las tradicionales inspecciones visuales por diagnósticos más precisos, incluso en elementos no visibles a simple vista.
Asimismo, el profesor abordó el reto de la durabilidad de los sistemas de anclaje, un componente clave en la seguridad estructural, especialmente en un contexto donde se pretende alargar la vida útil de infraestructuras más allá de los 50 años contemplados por normativas como el Eurocódigo. Presentó nuevas metodologías de evaluación, como el “time to failure test”, que permite proyectar con mayor precisión el comportamiento de anclajes ante condiciones variables y en estructuras expuestas a envejecimiento acelerado.
También puso sobre la mesa el potencial de la economía circular en el ámbito estructural. Aportó datos sobre el uso incipiente de agregados reciclados en el hormigón, una práctica que, pese a estar en fase embrionaria en países como España (2,4% de uso frente al 25% en Bélgica), representa una oportunidad de innovación clave. Explicó cómo Fisher, con quien colabora activamente, está desarrollando soluciones de anclaje capaces de funcionar con hormigones de baja emisión y compuestos reciclados, sin comprometer la seguridad estructural.
En definitiva, la ponencia de Konrad Bergmeister ofreció un recorrido técnico, ético y cuantitativo por los desafíos actuales de la ingeniería estructural. Una llamada a actuar con decisión para construir no solo edificios más eficientes, sino un futuro más resiliente, colaborativo y basado en datos verificables y abiertos.

