Moderada por Esther Real, directora de la ETSECCPB de la UPC, la sesión contó con la participación de Eugenio Oñate, Konrad Bergmeister y Pere Armora. El diálogo se centró en los déficits estructurales del modelo actual y en cómo los datos pueden guiar una transformación real y medible del sector.
La mesa redonda titulada “Tendencias en la construcción en España y Europa”, organizada durante el congreso Construction2Future 2025 en La Pedrera, se centró en el análisis comparado entre los modelos constructivos, normativos y tecnológicos del sur y del norte de Europa, con una mirada técnica y crítica apoyada en datos contrastados. Moderó el debate la ingeniera Esther Real, directora de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria de Camins, Canals i Ports de la UPC, quien abrió el turno destacando el papel de las escuelas de ingeniería como nodos clave para la transformación del sector.
Eugenio Oñate, referente internacional en modelización computacional y profesor emérito de la UPC, puso el acento en el retraso estructural que aún arrastra España en cuanto a la adopción de herramientas de cálculo avanzado y su integración en procesos de validación normativa. “Los códigos técnicos aún no han integrado de forma sistemática la simulación digital como instrumento de predicción estructural. Esto no solo ralentiza la innovación, sino que genera incertidumbre regulatoria”, advirtió.
Konrad Bergmeister, profesor de la Universidad BOKU de Viena, complementó esta visión con ejemplos empíricos. Mostró como modelos predictivos basados en inteligencia artificial, calibrados con sensores embebidos en infraestructuras reales, permiten calcular la probabilidad de fallo estructural con márgenes de precisión inferiores al 1% anual. En su intervención, aportó datos de referencia: en Europa, más del 50% de las infraestructuras tienen más de 60 años y, sin embargo, en muchos casos no se dispone de información digital trazable sobre su estado estructural.
Desde una perspectiva sectorial, Pere Armora, presidente del CCIC – Clúster de la Construcció Industrialitzada de Catalunya, señaló cómo esta falta de trazabilidad técnica también se refleja en el mercado laboral: la escasez de profesionales con formación híbrida (técnica y digital) está limitando el ritmo de transformación. Citó estudios internos del clúster que estiman una necesidad de al menos 9.000 nuevos ingenieros especializados en procesos digitales para los próximos cinco años en Cataluña, cifra que las universidades actuales no pueden absorber sin un rediseño curricular urgente.
La mesa abordó también el desfase en el uso de materiales reciclados y los límites de la circularidad en España. Bergmeister expuso que solo un 2,4% del hormigón producido en el país contiene áridos reciclados, frente a cifras que superan el 20% en países como Suiza, Bélgica o Alemania. Oñate remarcó que, aunque el conocimiento técnico existe, es la falta de métricas públicas estandarizadas y de voluntad normativa lo que bloquea una adopción masiva de estas prácticas.
Desde el enfoque del periodismo de datos, la sesión demostró la importancia de convertir cifras en herramientas de diagnóstico sectorial. A lo largo del debate, se evidenció cómo la ausencia de un marco común de indicadores sobre sostenibilidad, emisiones, vida útil estructural o trazabilidad de materiales impide comparar políticas públicas y dificulta el desarrollo de análisis críticos.
Esther Real concluyó recordando que “necesitamos datos interoperables, accesibles y auditables si queremos hablar de transformación con rigor técnico y social”.
La sesión no dejó lugar a ambigüedades: sin un ecosistema digital robusto, capaz de convertir el conocimiento técnico en decisiones documentadas y en políticas públicas basadas en evidencia, el sector seguirá moviéndose a dos velocidades. Para superarlo, coincidieron los ponentes, será clave reforzar la colaboración entre universidades, colegios profesionales, administraciones y empresas tecnológicas. Un desafío que, más allá del discurso, requiere indicadores concretos y una voluntad inequívoca de actuar con datos en el centro.





