El estudio responde al mandato de la Comisión Europea de crear un sistema de pasaporte digital compatible con el nuevo Reglamento de Productos de Construcción y el marco de ecodiseño de productos sostenibles, con especial atención a la interoperabilidad con BIM y otros registros europeos
Entre las tres opciones analizadas —base de datos centralizada, modelo federado con proveedores de servicios y sistema descentralizado por fabricantes— la solución con proveedores licenciados es la mejor valorada por su equilibrio entre coste, fiabilidad y escalabilidad. La decisión final aún está pendiente, pero el análisis incorpora 13 indicadores cualitativos y cuantitativos que permitirán orientar el desarrollo de la futura infraestructura digital europea para la construcción
El estudio de viabilidad para la creación del pasaporte digital de productos de construcción (DPP, por sus siglas en inglés) se ha hecho público esta semana. Se trata de una investigación estratégica encargada por la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y PYMEs de la Comisión Europea, que ha contado con la participación de TECNALIA Research & Innovation, Cobuilder y UNE.
El informe analiza tres posibles arquitecturas para la futura plataforma digital: una base de datos centralizada gestionada por la Comisión, un modelo descentralizado con proveedores de servicios autorizados, y una tercera opción donde los fabricantes gestionan sus propios repositorios con servicios de respaldo. Cada opción ha sido evaluada según trece indicadores clave que van desde costes operativos hasta interoperabilidad, fiabilidad, flexibilidad, seguridad o tiempo de implementación.
El modelo federado con proveedores licenciados emerge como la alternativa más equilibrada, al permitir una implementación más ágil, con menores costes para la administración europea y una mayor capacidad de adaptación a futuros cambios regulatorios. El estudio también incorpora la opinión de múltiples agentes del sector, incluyendo una encuesta abierta, y destaca la importancia de la compatibilidad con BIM, el uso de identificadores únicos normalizados y la integración con registros europeos como SCIP, NANDO e ICSMS.
Este trabajo sienta las bases para una decisión que marcará el futuro digital del sector de la construcción en Europa, con un enfoque claro en la transparencia, la sostenibilidad y la trazabilidad de los productos en toda su vida útil. La decisión final por parte de la Comisión está aún por definirse, pero el camino hacia un ecosistema digital común para los productos de construcción ya ha comenzado.