
Construnews entrevista a Sergio Muñoz, director gerente de buildingSMART Spain
La interoperabilidad solo será posible si el sector adopta una cultura de la estandarización basada en openBIM.
A lo largo de su desarrollo profesional, ¿qué carencias o desafíos estructurales del sector le motivaron a implicarse activamente en un proyecto como BuildingSMART?
Por ponerte en contexto, debo decir en primer lugar que yo vengo del ámbito de la innovación en el sector de la construcción. De ahí que comenzara a trabajar en aspectos clave como son la digitalización y el intercambio de información entre agentes. Ahí es donde vi que buildingSMART International era el actor principal por su trabajo de estandarizar la información que se produce durante el ciclo de vida de cualquier activo. En ese momento, junto a otro grupo de organizaciones y personas decidimos crear buildingSMART Spain y promover ese enfoque de digitalización y estandarización para nuestro sector.
¿Cuáles son las principales líneas estratégicas de la asociación en la actualidad?
Actualmente tenemos 3 grandes líneas estratégicas. En primer lugar, apoyar al sector público para que BIM sea un requisito en la contratación pública. En esta línea hemos colaborado con el Gobierno de España a través del Ministerio de Transportes, pero también con gobiernos autonómicos como la Generalitat de Catalunya o la Generalitat Valenciana. En tercer lugar, aumentar las capacidades y habilidades de los profesionales del sector, para lo que desarrollamos guías y manuales que ayuden en la adopción de BIM en base a estándares abiertos, y tenemos un programa de certificación profesional que valida los conocimientos de dichos profesionales. Y, finalmente, realizamos una labor de vigilancia y análisis sobre la adopción de BIM en el sector, lo que nos permite identificar barreras y los aspectos en los que trabajar.
¿Qué papel juegan los estándares abiertos (openBIM) en la transformación digital del sector AECO?
Es importante tener en cuenta que, en un proyecto de construcción, aunque sea pequeño, participan un gran número de profesionales, de diferentes empresas, que producen un montón de información, la cual es intercambiada, entregada y reutilizada por el resto. Por esto, es fundamental que esa información esté digitalizada y convenientemente estandarizada, para, de este modo, facilitar la automatización de procesos, una mejor toma de decisiones o la accesibilidad a la información durante todo el ciclo de vida. Todo esto es lo que proporciona el uso de los estándares abiertos openBIM, facilitando además la colaboración entre agentes, independientemente de las herramientas que utilicen.
¿Considera que las administraciones públicas y el sector privado están alineados en este proceso?
Creo que el sector público y el privado tienen puntos en común, pero también tienen objetivos diferentes. Por un lado, el sector público, por lo general, es el responsable de operar y mantener los proyectos que promueve, ya sea un hospital, una carretera o un aeropuerto. En ese sentido, el sector público necesita poder acceder a la información del proyecto durante todo el ciclo de vida del activo, y eso solo puede asegurarse si la información que recibe está basada en un estándar abierto.
En el caso del promotor privado, hay escenarios en que el promotor se olvida de la fase de operación, como pasa habitualmente con los edificios de viviendas. Incluso en esta situación, es conveniente que el promotor promueva el uso de estándares abiertos, porque lo importante no es la herramienta que utilice el arquitecto o el ingeniero, sino el resultado de su uso.
¿Qué barreras encuentra más comunes en la implementación de estándares abiertos por parte de empresas y organismos?
Diría que, en general, nos falta cultural de estandarizar. Prácticamente cada profesional u organización tiene su propia forma de hacer las cosas, o incluso su propia forma de llamar las cosas, como ocurre cada vez que se pone nombre a un fichero informático. Eso, aparejado con la resistencia al cambio, se convierte en la principal barrera para implementar los estándares abiertos. De ahí la importancia de destacar los beneficios que tienen y compartir los diferentes casos de éxito.
¿Cuál es el estado de la interoperabilidad entre herramientas BIM en España actualmente?
Cuando hablamos de interoperabilidad entre herramientas BIM nos solemos referir al intercambio de información mediante el estándar IFC (UNE EN-ISO 16739-1), el cual permite estructurar la información geométrica y de prestaciones de los sistemas constructivos y equipamiento técnico que componen un proyecto. Te doy un dato, actualmente hay más de 400 aplicaciones BIM (me atrevería a decir que son más de un 95% del total de herramientas BIM) que trabajan con IFC. Teniendo esto en cuenta, los profesionales cuentan con las herramientas que les permiten trabajar con IFC. Dicho esto, también es cierto que tanto las herramientas como los profesionales tienen que mejorar sus procesos para que la información intercambiada sea totalmente interoperable.
¿Cómo contribuye BuildingSMART a mejorar la colaboración entre distintos actores del proceso constructivo?
Nuestra mayor contribución es precisamente desarrollar los estándares abiertos que facilitan esa colaboración entre profesionales. Dicho esto, sabemos que no es suficiente con proporcionar estos estándares y que debemos tener un papel activo de acompañamiento a los diferentes actores. Por ello elaboramos guías, manuales y buenas prácticas que faciliten al sector la adopción de los estándares openBIM.
¿Hacia dónde se dirige el futuro del BIM y qué papel tendrán la inteligencia artificial o el blockchain en este contexto?
Gracias a los datos que hemos obtenido para elaborar el estudio del nivel de adopción BIM en España sabemos que su implantación en las fases de diseño y construcción han alcanzado unas cifras razonables. Sin embargo, existe una cuenta pendiente con la fase de operación, y ahí es donde BIM debe ser el punto de arranque de los Gemelos Digitales (o Digital Twins). Al mismo tiempo, parece claro que tecnologías como la Inteligencia Artificial pueden maximizar los beneficios de BIM, así como acercar su uso a perfiles no técnicos. Por ejemplo, la realización de consultas de los modelos BIM mediante Inteligencia Artificial y lenguaje natural ya permite que cualquier persona de la obra tenga acceso instantáneo a información detallada y de calidad. Otro de los próximos pasos hacia los que va el BIM es el de acelerar la tramitación de licencias gracias a la comprobación automática de muchos aspectos sobre el modelo del proyecto.
¿Qué papel tienen las universidades y centros de formación en esta transición y qué consejo les daría a los profesionales jóvenes que quieren especializarse en BIM y digitalización?
Sin duda tienen un papel fundamental, sobre todo teniendo en cuenta que más de un 40% de los profesionales del sector se habrán jubilado en el año 2030. Ante esa carencia de profesionales, la digitalización debe servirnos para, por un lado, volver a ser un sector atractivo para los jóvenes, y, por otro lado, a ser más productivos y compensar, aunque sea parcialmente, la falta de mano de obra.