El nuevo Reglamento sobre Productos de Construcción, supone una legislación clave que moderniza y armoniza las normas de comercialización de estos productos en el mercado único. Este paso marca el final del procedimiento legislativo y abre una nueva etapa para el sector, basada en la innovación, la sostenibilidad y la digitalización.
El objetivo principal del nuevo reglamento es facilitar la libre circulación de productos de construcción, reducir la carga administrativa para empresas y autoridades, y fomentar una economía circular que aproveche los avances tecnológicos. Entre las principales novedades, destaca la introducción de pasaportes digitales para los productos, que permitirán a consumidores y profesionales acceder fácilmente a información sobre el rendimiento ambiental y técnico de los materiales.
Además, la nueva legislación mejora la capacidad de respuesta de la Comisión Europea, al permitirle adoptar especificaciones comunes en casos donde la normalización tradicional se vea bloqueada. Esto acelerará la actualización de normas técnicas y permitirá incorporar más rápidamente innovaciones ecológicas y tecnológicas en el mercado.
El reglamento también redefine el concepto de “producto de construcción” y establece nuevas obligaciones para fabricantes, importadores y otros operadores económicos. Asimismo, refuerza la vigilancia del mercado y mejora la protección de los consumidores, todo ello respetando las competencias nacionales en materia de regulación de obras de construcción.
¿Qué cambios introduce y cuándo entrarán en vigor?
Una vez firmado por los presidentes del Parlamento Europeo y del Consejo, el Reglamento se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor 20 días después. La aplicación de sus artículos será progresiva:
- Las disposiciones sobre la elaboración de normas ya se aplican.
- El resto de medidas entrarán en vigor un año más tarde.
- El artículo sobre sanciones (art. 92) se aplicará dos años después.
¿Por qué es importante esta reforma?
El sector de la construcción representa aproximadamente el 5,5 % del PIB de la UE y da empleo a unos 25 millones de personas, distribuidas en más de 5 millones de empresas, la gran mayoría de ellas pequeñas y medianas. Solo el ámbito de los productos de construcción cuenta con 430.000 empresas y un volumen de negocio de 800.000 millones de euros.
Sin embargo, el impacto ambiental del sector es elevado: los edificios generan el 40 % del consumo de energía de la UE, el 36 % de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la energía, y son responsables de aproximadamente el 50 % de la extracción y uso de recursos y de más del 30 % de los residuos anuales.
Este reglamento forma parte de un paquete legislativo más amplio presentado por la Comisión Europea en marzo de 2022, junto al Reglamento sobre Diseño Ecológico y la Estrategia de Circularidad para Productos Textiles, enmarcados dentro del Pacto Verde Europeo y el Plan de Acción para la Economía Circular.