Artículo escrito por Barcelona ConTech Hub
La construcción vive un momento decisivo. Cada vez existe una mayor presión por entregar los proyectos de obra en la máxima brevedad posible, pero se exige, al mismo tiempo, que sigan siendo sostenibles y seguros. Este hecho, junto a la escasez de mano de obra cualificada, está acelerando la adopción de nuevas tecnologías como la robótica.
Cuando hablamos de robots, lo primero que se nos viene a la mente es un brazo articulado en una fábrica de coches, pero en construcción ya se han empezado a integrar robots en muchas tareas diferentes, desde la topografía y el replanteo inicial, hasta los acabados finales.
Replanteo y topografía automatizados
Una de las primeras aplicaciones exitosas es el replanteo automatizado. Hoy en día, ya existen sistemas autónomos que tienen la capacidad de marcar sobre el terreno los planos con precisión milimétrica. Esta tecnología mejora la eficiencia en las primeras fases de obra, ya que reduce tiempos y minimiza posibles errores humanos, y sienta las bases para un proceso constructivo más preciso.
Impresión 3D y prefabricación robotizada
La impresión 3D de hormigón directamente en obra permite construir muros y estructuras básicas de forma más rápida.
Fuera de la obra, la prefabricación modular robotizada está revolucionando la construcción de viviendas y edificios. En entornos controlados, existen robots que ensamblan paneles y módulos. De esta forma, se reducen plazos de entrega y costes, además de mejorar la calidad i reducir los riesgos para el personal.
Automatización en los acabados
La automatización también ha llegado a los acabados. Los robots que aplican y alisan yeso o pintan grandes superficies interiores ya son una realidad. Estas máquinas liberan a los trabajadores y las trabajadoras para que puedan realizar trabajos más técnicos, ya que no deben estar haciendo tareas repetitivas y físicamente exigentes.
Asimismo, la colocación de ladrillos y bloques, una de las actividades más intensivas en mano de obra, empieza a apoyarse en robots capaces de trabajar de manera constante y precisa.
Logística y transporte interno
Otro avance clave está en la logística y el transporte de materiales dentro de la obra. Ya existen vehículos autónomos y plataformas robotizadas que permiten mover cargas pesadas para optimizar el flujo y reducir accidentes. Incluso las grandes máquinas, como excavadoras y bulldozers, evolucionan hacia versiones autónomas capaces de operar sin intervención humana directa.
Robótica para demolición
En el ámbito de la demolición, los robots controlados a distancia se han convertido en una gran ayuda, sobre todo en espacios reducidos. Estas máquinas permiten demoliciones más precisas y seguras. Algunas utilizan chorros de agua a alta presión para eliminar hormigón, con lo que se reduce el polvo y el ruido, y hace que sea ideal para intervenciones en entornos urbanos densos.
Inspección, seguridad y control de calidad
La seguridad y el control de calidad también se benefician enormemente de la robótica. El uso de drones y robots de inspección permite monitorizar el avance de la obra en tiempo real. Los drones capturan imágenes aéreas y generan modelos 3D, mientras que los robots terrestres, equipados con cámaras, inspeccionan zonas de difícil acceso. Gracias a la inteligencia artificial, estos datos se analizan automáticamente, detectando posibles fallos o desviaciones sin necesidad de revisiones manuales constantes.
Startups y ecosistema innovador
Detrás de muchos de estos avances se encuentran startups ConTech que desarrollan soluciones robóticas cada vez más eficientes, a la par que proponen nuevos modelos de colaboración y digitalización. Desde robots albañiles hasta sistemas de impresión 3D avanzados y plataformas de control autónomo, el ecosistema emprendedor está marcando el ritmo de la innovación y ayudando a las grandes constructoras a dar el salto tecnológico que el mercado exige.
Hacia un modelo híbrido
Pero la robótica no solo responde a la falta de mano de obra, sino que redefine los estándares de productividad y calidad.
El futuro inmediato de la construcción apunta a un modelo híbrido en el que humanos y robots colaboran codo a codo. Hay que recalcar que este cambio no significa sustituir al/la trabajador/a, sino permitirle centrarse en decisiones clave y tareas de mayor valor añadido.
Gracias a la energía innovadora de las startups y al impulso del ecosistema ConTech, esta visión se está haciendo realidad. En definitiva, la robótica ha llegado para preparar al sector para un futuro cada vez más automatizado, transformando la manera en que concebimos, planificamos y ejecutamos las obras.
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