Contenidos
- “Cada millón invertido en infraestructuras genera 12 empleos y un retorno fiscal de más de 260.000 euros”
- ¿Cómo valora el estado actual de las infraestructuras en España (transporte, energía, digitalización, logística)? ¿Cuáles son, a su juicio, los principales retos de país en los próximos 5‑10 años?
- ¿Qué segmentos infraestructurales ofrecen mayor potencial de crecimiento para el sector de la construcción y la ingeniería? ¿Y cuáles están quedando fuera del foco?
- ¿Cómo evalúa la coordinación entre administraciones, sector privado y financiación (incluyendo fondos europeos)? ¿Qué mecanismos están funcionando y cuáles habría que reforzar?
- Más allá de los discursos, ¿cómo se está incorporando la sostenibilidad en el diseño, ejecución y explotación de infraestructuras? ¿Podría compartir un caso inspirador o representativo?
- Las infraestructuras ya no son solo estructuras físicas: mantenimiento predictivo, digital twins, infraestructura como servicio… ¿Cuál es su visión sobre esta transformación? ¿Qué proyectos le parecen referentes?
- En un entorno de alta inversión pública y necesidad de eficiencia, ¿cómo se está calculando y midiendo el ROI en infraestructuras? ¿Podría compartir ejemplos reales o estimaciones? ¿Qué factores lo están condicionando más?
- A raíz de las últimas iniciativas de Bruselas (como el plan para conectar capitales europeas por alta velocidad), ¿qué papel debería jugar España en el nuevo mapa europeo? ¿Estamos preparados o en riesgo de quedar fuera?
- Pensando en todos los modos —carretera, ferrocarril, puertos, aeropuertos, redes logísticas y digitales—, ¿qué ejes o áreas infraestructurales deberían ser prioritarios para mejorar la competitividad y cohesión territorial en España?
- El aumento de costes de materiales, la tramitación lenta o la falta de personal cualificado afectan a las infraestructuras. ¿Qué medidas urgentes propondría para desbloquear estos frenos?
- Si pudiera proponer tres decisiones inmediatas que mejoren las infraestructuras españolas a corto y medio plazo, ¿cuáles serían y por qué?
“Cada millón invertido en infraestructuras genera 12 empleos y un retorno fiscal de más de 260.000 euros”

Entrevista a Miguel Ángel Carrillo, presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en relación con el monográfico y entrevista coral: Infraestructuras en España: obra pública y país, las claves para no perder el tren de la competitividad
¿Cómo valora el estado actual de las infraestructuras en España (transporte, energía, digitalización, logística)? ¿Cuáles son, a su juicio, los principales retos de país en los próximos 5‑10 años?
España cuenta con una de las mejores dotaciones de transporte, energía y recursos hídricos de Europa, fruto de décadas de inversión y del trabajo de nuestros ingenieros de caminos, canales y puertos. Este liderazgo convive con un deterioro creciente: el gasto público en infraestructuras ha caído un 43% desde 2010 y más del 50% de la red superará los 20 años en 2030 si no revertimos la tendencia. A ello se suman los efectos del cambio climático, que exige infraestructuras más resilientes, y la necesidad de avanzar hacia modelos digitales y conectados.
De cara a los próximos 5-10 años, el reto principal debe centrarse en la conservación inteligente de infraestructuras hidráulicas, refuerzo energético, digitalización y modernización del ferrocarril y las carreteras, junto con el aumento del transporte de mercancías por ferrocarril. Además, debemos conseguir que las infraestructuras sean inmunes a interrupciones por ciberataques, alineándonos con la exigente directiva europea NIS2.
Además, es urgente ejecutar las infraestructuras hidráulicas ya planificadas en las distintas cuencas hidrográficas, y especialmente en la del Júcar. Si no se ejecutan podría volver a producirse una tragedia humana y material como la que causó la DANA en 2024 en la Comunidad Valenciana.
“España no puede permitirse infraestructuras vulnerables al cambio climático ni a ciberataques: necesitamos resiliencia y digitalización”
¿Qué segmentos infraestructurales ofrecen mayor potencial de crecimiento para el sector de la construcción y la ingeniería? ¿Y cuáles están quedando fuera del foco?
Los segmentos con mayor potencial de crecimiento son los vinculados a la transición energética, el reshoring industrial, la adaptación climática, la defensa.
Especialmente destacan las energías renovables, la modernización y digitalización de las redes eléctricas y el almacenamiento hidroeléctrico, que requieren inversiones significativas para cumplir los objetivos del PNIEC y garantizar la estabilidad del sistema. También muestran un fuerte crecimiento las infraestructuras hidráulicas, donde se necesitan grandes inversiones en depuración, reposición de redes envejecidas y obras de defensa frente a inundaciones y sequías. En ese último punto SEOPAN estima que son necesarios 104.000 millones de euros de inversión en los próximos 10 años.
Junto a ello, las infraestructuras ferroviarias, tanto de alta velocidad como de red convencional y, especialmente de mercancías, presentan un amplio recorrido inversor para completar los corredores estratégicos. Asimismo, la infraestructura digital pasará de ser un sector secundario a estratégico, fundamentalmente en los centros de datos y las futuras infraestructuras 6G.
Por el contrario, quedan fuera del foco los sectores asociados a combustibles fósiles y determinadas redes de transporte convencional que operan en mercados ya maduros o en declive, donde no se prevé crecimiento relevante.
¿Cómo evalúa la coordinación entre administraciones, sector privado y financiación (incluyendo fondos europeos)? ¿Qué mecanismos están funcionando y cuáles habría que reforzar?
La coordinación entre administraciones, el sector privado y la financiación del tipo que sea no funciona en la actualidad adecuadamente. Las concesiones prácticamente han dejado de ser una opción en España cuando, sin embargo, tenemos a las principales empresas concesionarias. En cuanto a la financiación europea que tan buenos resultados y aprovechamiento hicimos, estamos en una situación complicada para cumplir con el plazo de los fondos Next Generation.
En general, los elementos de coordinación entre administraciones dependen demasiado de las diferentes voluntades y no hay nada estructurado que permita la colaboración independientemente de quien esté al frente de cada administración.
Más allá de los discursos, ¿cómo se está incorporando la sostenibilidad en el diseño, ejecución y explotación de infraestructuras? ¿Podría compartir un caso inspirador o representativo?
La sostenibilidad ya forma una parte importante del diseño, construcción y explotación de infraestructuras. Se ha integrado el ecodiseño, el uso de materiales de baja huella de carbono, la eficiencia energética, la reutilización de recursos y la economía circular. La resiliencia y adaptación climática de las infraestructuras es hoy un requisito técnico, especialmente ante inundaciones, sequías y fenómenos extremos. En explotación, el mantenimiento predictivo y el uso de energías renovables reducen impactos ambientales y económicos.
Un caso representativo es la construcción y mantenimiento de carreteras de ámbito estatal, donde se muestra cómo la sostenibilidad y la eficiencia pueden avanzar juntas.
En construcción, se realiza la optimización del movimiento de tierras, reutilización de materiales excavados, empleo de maquinaria de bajo consumo para reducir emisiones, incorporación de pavimentos ecológicos, uso de áridos reciclados, empleo de aceros de bajas emisiones.
En mantenimiento, se efectúa el uso de energía solar integrada, señalización inteligente, luminarias autónomas o estaciones de carga de vehículos eléctricos, integración de parques fotovoltaicos, señalización inteligente y sistemas de gestión de tráfico que aportan eficiencia operativa y reducen las emisiones asociadas o congestiones sobre todo en entornos urbanos.
“El 52% de la red de carreteras presenta daños graves: sin conservación, el deterioro será imparable”
Las infraestructuras ya no son solo estructuras físicas: mantenimiento predictivo, digital twins, infraestructura como servicio… ¿Cuál es su visión sobre esta transformación? ¿Qué proyectos le parecen referentes?
Las infraestructuras han dejado de ser activos puramente físicos para convertirse en sistemas conectados, monitorizados en tiempo real. Estamos avanzando en el desarrollo de infraestructuras inteligentes. Tecnologías como Big Data, IA, BIM o gemelos digitales permiten anticipar fallos, optimizar la conservación y alargar la vida útil, pasando de un mantenimiento reactivo a uno predictivo. Esta evolución es positiva, pero exige reforzar la ciberseguridad de infraestructuras críticas.
España avanza en esta dirección liderando proyectos pioneros. Podemos destacar el Bizkaia Connected Corridor, un laboratorio vivo de infraestructura conectada (V2X, Vehicle-to-Everything) que prepara nuestras carreteras para el vehículo autónomo. En el ámbito hidráulico, vital para nuestra economía, el proyecto del Gemelo Digital del Mar Menor es un ejemplo excelente de cómo la modelización predictiva ayuda a la resiliencia ambiental. Asimismo, la iniciativa para crear el Gemelo Digital de la Red de Carreteras del Estado marca un hito en la administración pública, integrando BIM y GIS para una gestión patrimonial rigurosa. Estos proyectos demuestran que la ingeniería española sigue en la vanguardia, ahora también en el plano digital.
En un entorno de alta inversión pública y necesidad de eficiencia, ¿cómo se está calculando y midiendo el ROI en infraestructuras? ¿Podría compartir ejemplos reales o estimaciones? ¿Qué factores lo están condicionando más?
En el entorno de las infraestructuras, el ROI tiene un significado diferente a las inversiones productivas o financieras. Los prescriptores de la inversión en infraestructura no se enfocan solo en el coste económico de la misma, sino en qué valor económico, social o ambiental generará a lo largo de su vida útil.
El retorno de la inversión en infraestructuras está cuantificado y es muy elevado. Según los datos disponibles, cada millón de euros invertido en obra civil genera 780.571 euros en el PIB, 12 empleos a tiempo completo y 263.366 euros de retorno fiscal. Por eso, invertir en infraestructuras y en obra pública es invertir en futuro.
En las inversiones financiadas por los bancos multilaterales (MDB) se suele utilizar el concepto Social Return of Investment (SROI) que utiliza métricas ambientales y criterios fiscales y de empleo para medir los impactos macroeconómicos de una infraestructura a lo largo de su ciclo de vida.
“Invertir en infraestructuras es invertir en cohesión, empleo y sostenibilidad. No hacerlo tiene un coste mucho mayor”
A raíz de las últimas iniciativas de Bruselas (como el plan para conectar capitales europeas por alta velocidad), ¿qué papel debería jugar España en el nuevo mapa europeo? ¿Estamos preparados o en riesgo de quedar fuera?
España debe desempeñar un papel protagonista en el nuevo mapa ferroviario europeo. Contamos con la segunda red de alta velocidad más extensa del mundo y una experiencia exportada con éxito internacionalmente.
Para integrarnos plenamente en la red transeuropea es esencial completar corredores clave, como el del Mediterráneo y el del Atlántico, y reforzar la interoperabilidad con Francia y Portugal.
España tiene una posición de partida muy favorable, pero existe riesgo de perder influencia si no aceleramos la conectividad transfronteriza, la transición a ancho estándar y la modernización de la red convencional, especialmente para mercancías.
Pensando en todos los modos —carretera, ferrocarril, puertos, aeropuertos, redes logísticas y digitales—, ¿qué ejes o áreas infraestructurales deberían ser prioritarios para mejorar la competitividad y cohesión territorial en España?
Las prioridades deben centrarse en conservación de carreteras, donde el 52% de la red presenta daños graves, modernización del ferrocarril, impulso del transporte de mercancías, garantía del ciclo integral del agua, reposición de redes envejecidas y protección frente a inundaciones y sequías. En energía, es fundamental reforzar redes, interconexiones y sistemas de almacenamiento.
La cohesión territorial exige infraestructuras logísticas y digitales que vertebren el país y reduzcan desigualdades. Todo ello debe apoyarse en planificación estable, inversión sostenida y digitalización de toda la red.
El aumento de costes de materiales, la tramitación lenta o la falta de personal cualificado afectan a las infraestructuras. ¿Qué medidas urgentes propondría para desbloquear estos frenos?
Para desbloquear esta situación es imprescindible actuar en la contratación pública y las condiciones laborales del sector. Desde el Colegio proponemos medidas claras: otorgar mayor relevancia a la puntuación técnica frente a la económica, recuperar las cláusulas de revisión de precios, establecer tarifas de honorarios consensuadas y fijar umbrales de temeridad para evitar ofertas anormalmente bajas.
También es necesario abonar siempre los servicios reales prestados, desterrar el pago por avance de obra, introducir mejoras que aporten más calidad, incorporar nuevas propuestas de valoración, posibilitar la modalidad design and build y recuperar los contratos modificados y las liquidaciones cuando sean necesarios. Reforzar estas medidas permitirá mejorar la calidad del empleo, atraer talento y garantizar infraestructuras mejores y más seguras.
Si pudiera proponer tres decisiones inmediatas que mejoren las infraestructuras españolas a corto y medio plazo, ¿cuáles serían y por qué?
La primera decisión es establecer un Pacto de Estado del Agua que garantice la ejecución de los planes hidrológicos, las obras de defensa ante inundaciones y sequías y la reposición de redes.
En segundo lugar, establecer un plan de conservación de carreteras, ferrocarril e infraestructuras hidráulicas que revierta el envejecimiento acelerado de la red.
Y, en tercer lugar, consolidar un marco de contratación pública que priorice la calidad técnica, impulse la digitalización y ofrezca estabilidad regulatoria. Estas medidas permitirían reforzar la resiliencia del país y asegurar el desarrollo equilibrado que necesitamos para afrontar los nuevos desafíos del siglo XXI.
“La ingeniería española está preparada para liderar la transformación digital de las infraestructuras a nivel europeo”
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