La calidad de una obra comienza mucho antes del primer replanteo. Para la Dirección de Ejecución de Obra (DEO), el proyecto es el documento que define el campo de juego donde se desarrollará todo el proceso constructivo. Sin embargo, en la práctica sigue siendo habitual encontrar memorias incompletas, incoherencias entre planos y mediciones o vacíos de información que obligan a improvisar durante la obra.
La Guía de análisis del proyecto para la dirección de la ejecución de obra de la Fundación Musaat plantea que el análisis del proyecto es el primer paso para una ejecución eficiente y segura. Propone un enfoque técnico, sistematizado y riguroso para revertir esta situación y reforzar la cultura de la calidad en la edificación.
Un documento necesario en un sector que avanza hacia la calidad y la prevención de errores
Los autores, Manuel Jesús Carretero Ayuso y Mateo Moyá Borrás, recuerdan que los errores y omisiones en la fase de diseño están en el origen de muchas patologías posteriores. La guía parte de una premisa clara: corregir un problema en proyecto es más barato y eficiente que hacerlo durante la obra, o peor aún, durante la vida útil del edificio.
Frente a ello, la publicación define un procedimiento sistemático de análisis que permite a los arquitectos técnicos anticipar riesgos, detectar incoherencias y comprobar si el proyecto dispone del nivel de definición necesario para ejecutar con garantías. No se trata de una supervisión de calidad ni de una fiscalización del diseño, sino de una lectura técnica orientada a las necesidades específicas del DEO. Para esto, la guía incluye una colección de fichas de verificación ordenadas por fases de la obra y en cada una de ellas, los puntos clave que deben revisarse.
Proyecto básico y proyecto de ejecución: qué debe comprobarse
La guía distingue dos niveles de análisis:
En el proyecto básico debe verificarse que incluye al menos:
- la identificación de los agentes,
- la descripción de la actuación,
- la disponibilidad de planos generales,
- la definición de las exigencias del CTE vinculadas al edificio.
- En el proyecto de ejecución, la revisión es mucho más exhaustiva e incluye, entre otros puntos:
- planos de replanteo y planos acotados,
- documentación de cimentación, estructura, arquitectura e instalaciones,
- memorias descriptivas y constructivas,
- evaluación energética,
- estudios de seguridad,
- memoria de control de calidad,
- mediciones desglosadas y coherencia entre todos los documentos del proyecto.
Este esquema permite detectar carencias antes de que puedan transformarse en problemas en obra, especialmente en intervenciones complejas o con numerosos agentes implicados.
Un sistema de fichas organizado por capítulos constructivos
El de la guía son sus fichas de chequeo. Tienen una estructura clara, por capítulos, y dentro de ellos, se distribuyen por elementos constructivos. De modo que están agrupadas de la siguiente manera: aspectos formales, cimentaciones, estructuras, cubiertas, fachadas, particiones, revestimientos e instalaciones.
Cada ficha incluye:
- normativa aplicable,
- ítems de verificación,
- campos a rellenar con respuestas del tipo si, no, Parcial, no procede. aspectos transversales que afectan a otros capítulos,
- un espacio para observaciones y esquemas.
Esta estructura, diseñada para ser directamente utilizable en obra y adaptables según el tipo de obra, permite adaptar el nivel de exigencia al tipo de proyecto y al alcance de la intervención.
Además, la guía reúne de manera sistemática la normativa aplicable —desde el CTE y el Código Estructural hasta reglamentos sectoriales— y una bibliografía técnica que complementa cada capítulo, lo que facilita al DEO disponer de un marco de referencia completo y actualizado.
Anticipar conflictos para reducir riesgos
Una de las mayores aportaciones de la guía es que permite al técnico identificar los puntos críticos antes del inicio de obra. La falta de definición en encuentros entre estructura e instalaciones, los detalles insuficientes en puntos singulares de cubiertas o las mediciones incoherentes son fuentes habituales de desviaciones de costes, retrasos y patologías.
El documento recomienda entregar el análisis al promotor —y, cuando proceda, al proyectista y al director de obra— para garantizar transparencia, trazabilidad y reparto correcto de responsabilidades.
Publicación alineada con la cultura de la calidad
En 2017, la Fundación Musaat publicó la primera edición de esta guía, con el objetivo de proporcionar herramientas destinadas a reforzar la profesionalización de la Dirección de Ejecución de Obra. Esta guía encaja en una línea editorial consolidada junto a documentos como Criterios para la Dirección de Ejecución de Obra o los Documentos de Orientación Técnica, con los que mantiene coherencia temática y estructura común. La tercera edición revisada, publicada en septiembre de 2024, consolida esta trayectoria e incorpora mejoras basadas tanto en la normativa vigente (CTE, Código Estructural…) como en la experiencia docente y profesional de sus autores. El resultado es una herramienta que combina teoría, práctica y conocimiento real de obra.
Otro de sus valores es que está elaborada no solo con apoyo en la normativa vigente (CTE, Código Estructural, etc.), sino también con la experiencia docente y profesional de los autores. Esto la hace especialmente útil, porque recoge problemas reales de obra y propone una forma ordenada de detectarlos antes de que aparezcan.
Una herramienta práctica para anticipar riesgos y mejorar la coordinación técnica
El uso sistemático de estas fichas permite abordar la obra desde una perspectiva preventiva, reforzando la coordinación entre agentes y evitando decisiones improvisadas durante la ejecución. La guía se convierte así en un recurso que aporta orden, claridad y rigor técnico en las fases iniciales, fortaleciendo el control documental y la calidad del proceso edificatorio.


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