EVOCONS, empresa tecnológica española, ha logrado un avance histórico en el ámbito de la construcción industrializada al ejecutar en la Zona Industrial de Arinaga (Agüimes, España) el primer edificio del mundo construido in situ con impresión 3D, robótica e inteligencia artificial, cumpliendo con el Código Técnico de la Edificación (CTE) y la normativa internacional UNEEN ISO/ASTM 52939:2024. Este proyecto, desarrollado en colaboración público-privada con el Ayuntamiento de Agüimes y ECOAGA (Entidad de Conservación del Polígono Industrial de Arinaga), alcanza un grado de automatización del 60%, el más alto registrado internacionalmente en su categoría y un referente de construcción 5.0.
La tecnología Evoconstructor, diseñada y fabricada íntegramente por EVOCONS, es el motor de este logro. Se trata de un pórtico robótico de seis ejes capaz de digitalizar el ciclo completo, desde el diseño en oficina hasta la ejecución en obra. El sistema imprime encofrados y cerramientos, reserva huecos para carpinterías e instalaciones y automatiza fases de acabado como enfoscados, alicatados y nivelación de suelos. Además, dispone de autoelevación para trabajar en plantas superiores y admite prefabricación cuando se instala en nave, demostrando la versatilidad de la robótica aplicada a la construcción industrializada.
Normativa internacional UNEEN ISO/ASTM 52939:2024
El marco regulatorio, tradicionalmente difuso en impresión 3D para edificación, se ha clarificado con la UNEEN ISO/ASTM 52939:2024, que define principios de cualificación, control de calidad y trazabilidad. Actualmente, los elementos impresos cumplen funciones de envolvente y partición, mientras que la estructura resistente se resuelve con sistemas convencionales, garantizando la seguridad estructural exigida por el CTE. EVOCONS ha sido la única empresa española participante en la redacción de esta norma internacional, consolidando su papel como agente regulatorio y acelerador de la construcción 5.0.
Materiales sostenibles y locales
Evoconstructor fomenta el uso de materias primas locales, contribuyendo a la descarbonización y a la reducción de la huella de transporte. Para el proyecto de ECOAGA se empleó una formulación basada en cemento Portland, áridos de granulometría controlada y aditivos en dosis mínimas. En Arinaga se incorporó puzolana natural de la cantera de San José, logrando reducir el contenido de cemento hasta un 32% respecto a mezclas convencionales.
Proceso constructivo
La obra comienza con zapatas y forjado sanitario dimensionados a las condiciones del terreno y al control del gas radón. Las primeras hiladas impresas actúan como encofrado perdido de cimentación; posteriormente, el robot multifuncional se autoeleva para ejecutar la envolvente capa a capa, integra huecos e instalaciones y finaliza con operaciones de acabado automatizadas. Un rasgo distintivo es la personalización sin sobrecoste, visible en la fachada oeste, donde figuran los términos “ECOAGA” y “AGÜIMES” como gesto identitario y pedagógico.
Impacto económico y ambiental
El sistema permite reducir costes de construcción hasta un 30%, acortar plazos por encima del 50% y disminuir emisiones en más de un 60% frente a procesos convencionales. A medida que se incrementa la automatización hacia el 90%, el potencial de ahorro en costes puede alcanzar hasta el 35%. Este hito confirma que la impresión 3D, combinada con robótica e inteligencia artificial, no es solo una innovación formal, sino una herramienta madura para industrializar el sector, situando a las personas y la sostenibilidad en el centro.




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