El uso de asistentes digitales basados en voz comienza a abrirse paso en el sector de la construcción. Benetics, una joven empresa tecnológica con sede en Zúrich, ha desarrollado una aplicación que permite registrar tareas, defectos o formularios en obra únicamente mediante comandos de voz. El sistema utiliza procesamiento de lenguaje natural y se apoya en modelos de inteligencia artificial como ChatGPT para interpretar y estructurar la información proporcionada por los usuarios.
El equipo fundador, formado por Ferdinand Metzler (con experiencia directa en obra como electricista), Johan Tibell y Aaron Shon (ambos con una trayectoria de 15 años en Google), ha diseñado esta herramienta pensando en las condiciones reales del entorno constructivo: entornos ruidosos, usuarios con perfiles técnicos diversos, y necesidad de inmediatez y simplicidad. La aplicación puede utilizarse desde el teléfono móvil y funciona incluso sin conexión, sincronizando los datos una vez se recupera el acceso a la red.
Benetics se presentó oficialmente en Construmat 2025, donde despertó el interés de promotores, constructores y especialistas en tecnología aplicada. La plataforma admite más de 30 idiomas, permite el trabajo colaborativo entre obra y oficina, y genera automáticamente informes y documentación accesible para todo el equipo. El objetivo es claro: reducir errores, eliminar el uso de papel y mejorar la eficiencia general del proyecto.
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Aunque Benetics ha llamado la atención por su enfoque específico al sector de la construcción, no está sola. En España, Desde Xàtiva, los emprendedores Samuel Huidobro y Enok García han desarrollado Celia, una asistente virtual que convierte mensajes de texto o audios de WhatsApp en presupuestos y facturas en formato PDF, en cuestión de segundos y sin necesidad de utilizar el ordenador. En México, la startup kAI, en colaboración con Intel, desarrolla un asistente personal con IA centrado en la gestión de tareas cotidianas mediante conversaciones naturales. También Saturno Labs, desde Madrid, ha desarrollado interfaces de voz personalizadas aplicadas a la salud y al hogar, además de mejorar las capacidades de asistentes como Alexa.
La creciente adopción de estas soluciones sugiere una tendencia clara: la inteligencia artificial conversacional está encontrando aplicaciones prácticas y específicas en sectores tradicionalmente analógicos como la construcción, impulsando un cambio profundo en la manera de gestionar, coordinar y ejecutar proyectos.