Barcelona volverá a convertirse, del 4 al 9 de noviembre de 2025, en un punto de encuentro entre el cine, la arquitectura y el pensamiento crítico con la cuarta edición del BARQ – Festival Internacional de Cine de Arquitectura.
Construnews será media partner del certamen, que apuesta por el formato cinematográfico como herramienta para repensar el entorno construido, con una programación que explora la sostenibilidad, la memoria urbana y la transformación social.
Las proyecciones se celebrarán en CaixaForum, Cinemes Girona y Zumzeig Cinema, junto con mesas redondas y sesiones especiales en el COAC, Cosentino City Barcelona y el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña. Con presencia internacional de cineastas y figuras de referencia, la edición contará con subtitulación adaptada para personas con discapacidad auditiva. El 20 de noviembre se celebrará una sesión especial en Madrid en la Fundación ICO.

Entrevista a Xavier Campreciós, codirector del BARQ Festival
¿Qué destacarías como principal novedad respecto a ediciones anteriores?
Este año quizás la novedad, digamos, en cuanto al estilo del festival y al enfoque y tal, no hay novedades. La novedad sería que es el año en que hay más talento invitado. Es decir, vienen muchos directores y directoras de los distintos países desde donde han rodado sus documentales a Barcelona y los tendremos para hacer una presentación y una posterior charla con el público. Para los festivales es muy importante porque si no, simplemente haces un pase de películas o las pones en una plataforma y ya está, pero la gracia del festival es la presencialidad y el poder debatir y tener la ocasión para el público de preguntar y de conocer de mano de los que han hecho los documentales.
¿Cómo ha evolucionado el festival en estas cuatro ediciones?
Sí, sí, en este sentido supongo que ha evolucionado el festival, aunque es muy parecido a lo que fue… Digamos que en este sentido la primera edición ya fue muy buena. Yo diría que el festival se ha consolidado en cuanto a público. Seguimos siendo un festival pequeño. Ya nos gustaría haber evolucionado y hacer muchas de las ideas que tenemos que no podemos hacer por falta de presupuesto. Ponemos mucho énfasis en la selección. Somos muy meticulosos, y no solo con las películas que se inscriben, sino también buscamos activamente en festivales.
¿Qué temáticas estructuran la programación de este año?
No nos gusta que se nos catalogue como un festival solo para arquitectos. Intentamos que haya una programación variada y entender la arquitectura en el sentido más amplio: urbanismo, problemas que afectan a las ciudades, convivencia, temas sociales. La arquitectura muchas veces está de forma tangencial.
¿Qué películas destacarías de esta edición?
La película inaugural, E-1027, a Eileen Gray y la casa en el mar, tiene una factura visual impresionante. Es un documental ficcionado que se mueve entre ficción y documental, muy emocional. 27 Stories, de una directora austríaca, revisita el edificio donde creció y reflexiona sobre las utopías de vivienda. Divine Derelicts, sobre el arquitecto Lewerentz, es una reflexión profunda acompañada de voces como la de Juhani Pallasmaa. Terraformar aborda la huella humana en el planeta desde una mirada pausada y filosófica. Ouvidor, desde Brasil, retrata una comunidad artística autogestionada frente al desalojo.
¿Qué sesiones paralelas destacarías?
Tenemos la sesión Luz y materia en Cosentino City Barcelona, donde hablaremos sobre cómo la luz y los materiales dialogan en cine y arquitectura. También Filmar la periferia desde la ficción en el COAC, para reflexionar sobre cómo la ficción representa la ciudad olvidada. Queremos abrirnos más a la ficción en el futuro.
¿Qué retos enfrenta el BARQ?
El reto siempre es subsistir. Cada año hay que empezar de cero con subvenciones, patrocinios. Queremos ampliar el apoyo institucional y privado, consolidar público joven y expandir sedes. En Madrid, por ejemplo, proyectamos la película ganadora con debate posterior. En España, no hay otro festival de arquitectura, y eso también es una responsabilidad.
¿Qué papel juega la colaboración con medios como Construnews?
Es fundamental. Ponemos mucho esfuerzo en comunicación porque lo que hace viable el festival es que la sala esté llena. El miedo escénico siempre está. Apostamos por que los trailers, los spots y la difusión tengan ritmo y atractivo. Colaborar con medios especializados nos ayuda a llegar mejor a públicos interesados en arquitectura y cultura.
¿Una reflexión final sobre la filosofía del BARQ?
Nuestro mantra es «cine de arquitectura con mirada social». No nos interesa la arquitectura en sí, sino lo que provoca. Solo una de las películas va sobre un arquitecto como figura central. El cine tiene que emocionar, hacer reflexionar. Muchas veces la arquitectura es solo el contexto. Lo importante es lo que sucede en ese espacio y cómo se cuenta. Y eso es lo que buscamos en el BARQ.









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