La inteligencia artificial en la arquitectura no solo permite visualizar lo inexistente, sino también experimentar nuevas formas de habitar, transformar la narrativa espacial y provocar una reflexión artística sobre el presente y el porvenir del entorno construido.

Ulises Design Studio lo demuestra con una estética propia y un universo visual que es ya referente internacional.
En un mundo en que la arquitectura está profundamente ligada a la materialidad y los tiempos de ejecución, Ulises Design Studio plantea una alternativa sensorial y visual desde la inteligencia artificial.
Fundado por el arquitecto Ricardo Orts, el estudio opera desde Berlín como un taller de imaginación expandida que combina herramientas algorítmicas, crítica urbana y estética cinematográfica para reformular el universo arquitectónico contemporáneo.
Lejos de tratarse de un juego visual, las propuestas de Ulises Studio tienen una narrativa subyacente: cuestionan la rigidez del urbanismo moderno, el sedentarismo, la nostalgia estética y la poca permeabilidad de la arquitectura a lenguajes emocionales. Lo hacen a través de un conjunto de obras generadas con IA que combinan lo utópico, lo efímero y lo profundamente simbólico.
Uno de sus proyectos más conocidos, Kinetic Kingdoms, presenta caravanas transformadas en torres habitables, apiladas como arquitectura nómada de varias alturas. Es una forma de repensar la vivienda móvil desde lo ceremonial, lo imposible y lo funcional a la vez. En Floating Fantasies, estructuras inflables flotan sobre el río Sena, generando espacios públicos efímeros que desafían la gravedad y los límites del espacio urbano.
Las imágenes son generadas mediante Midjourney y otros modelos de IA generativa, pero la clave está en el refinamiento de los prompts y en el criterio estético que Orts ha cultivado durante años.
Cada imagen nace de una intención, de una narrativa subyacente, y no de la casualidad algorítmica. El resultado es una colección de universos posibles que permiten no solo viajar con la mente, sino también cuestionar lo que entendemos por espacio construido.
En palabras del propio Orts, citadas por Observer (2023): «La IA no sustituye al arquitecto. Nos permite hacer preguntas nuevas, imaginar sin límites y abrir narrativas que antes eran solo intuiciones«.
Y es precisamente esa capacidad de formular narrativas lo que ha convertido a Ulises Studio en un referente: más de 40 proyectos digitales en apenas tres años, publicaciones en medios especializados de todo el mundo, y colaboraciones con artistas visuales y diseñadores.
Pero, ¿por qué importa esto al sector de la construcción y la arquitectura?
Porque estas imágenes no son simples renders espectaculares. Son manifiestos de posibilidad. Revelan alternativas a la vivienda estandarizada, a la ciudad racional, al diseño homogéneo. Y sobre todo, representan una nueva capa del diseño arquitectónico: la que conecta directamente con lo emocional, con lo simbólico, con el imaginario colectivo.
Ulises no propone abandonar lo construido, sino complementar la práctica tradicional con una nueva dimensión narrativa. Sus mundos imaginados son tan importantes como los edificios reales, porque generan discurso, inspiración, y un tipo de reflexión que la arquitectura necesita con urgencia.
El valor estético de sus proyectos es solo el punto de entrada. Lo relevante es cómo estas visiones activan preguntas sobre el presente y el futuro: ¿Cómo queremos vivir? ¿Qué formas puede adoptar la vivienda? ¿Podemos construir de otro modo? ¿Debemos construir siempre?
En un contexto en el que la arquitectura se enfrenta a desafíos medioambientales, sociales y tecnológicos sin precedentes, la posibilidad de imaginar otros mundos desde la IA no es un lujo, sino una necesidad. Ulises Design Studio abre esa puerta, y su obra es un recordatorio de que el espacio también se construye desde la imagen, desde la intuición y desde el deseo.









