La primera exposición, Arquitectura es cooperación, comisariada por Josep Ferrando, gira en torno a la cooperación internacional entendida como un acto de solidaridad entre seres humanos. A través de la colaboración entre países, sociedades y comunidades, esta exposición pone el foco en iniciativas que buscan mejorar la vida de quienes sufren las consecuencias de la pobreza, la violencia o el desplazamiento forzado.
Ferrando destaca cómo las heridas de la historia y las decisiones políticas y económicas han configurado un mundo en el que la prosperidad coexiste con la miseria, frecuentemente separadas por fronteras invisibles dentro de nuestro mismo planeta. Frente a este escenario, millones de personas trabajan por un mundo más justo, y los proyectos de cooperación emergen como respuestas concretas a las necesidades básicas —como el acceso a una vivienda digna o a servicios esenciales— que aún hoy siguen siendo inaccesibles para muchos.
España también participa activamente en este esfuerzo mediante una red de profesionales y organizaciones, apoyadas por financiación pública y privada, que colaboran con comunidades de todo el mundo. Arquitectura es cooperación da visibilidad a algunos de estos proyectos, fruto del diálogo entre técnicos, arquitectos y comunidades locales, que enfrentan situaciones de gran dificultad.
Más que un gesto de generosidad, la cooperación es una responsabilidad compartida: no se trata solo de ayudar, sino de reconocer la dignidad fundamental de todas las personas. Como señala Ferrando, transformar el mundo no es tarea de unos pocos, sino de todos.
Por su parte, Habitar España, comisariada por Fernanda Canales, presenta un recorrido por los proyectos residenciales más representativos desarrollados en España entre 1975 y 2025. A través de un centenar de propuestas, la exposición ofrece una mirada crítica y detallada a la evolución del hábitat doméstico en nuestro país, estructurándose en cinco décadas marcadas por contextos socioeconómicos, políticos y ambientales distintos.
El núcleo de la exposición lo conforman 85 maquetas, concebidas no solo como objetos de representación, sino como herramientas de síntesis y análisis del proceso arquitectónico. Dispuestas sobre una gran cinta suspendida —una instalación ideada por el estudio Clara Sola Morales—, estas maquetas conforman un tapiz colectivo que da cuenta de cómo la arquitectura doméstica ha influido en la forma urbana y en la relación entre personas y entorno.
La muestra incluye también proyectos no construidos, esenciales para entender los ideales de la arquitectura del hogar en España, así como una selección de viviendas sin maqueta que completan esta retrospectiva. El visitante encontrará tanto viviendas colectivas como unifamiliares, estas últimas incorporadas bajo el criterio que Alejandro de la Sota aplicaba al considerar la casa como banco de pruebas para soluciones habitacionales colectivas.
En el acceso a la exposición se encuentra Bedroom, una instalación del artista Isidro Blasco que disecciona una vivienda en movimiento, recordándonos la vida cotidiana que transcurre en los espacios privados. Además, en la zona del altillo se expone la maqueta Hotel Welcome, del colectivo Arquitecturas Afectivas, una reflexión sobre los desahucios y la falta de vivienda asequible.
El conjunto de 100 proyectos seleccionados representa todas las comunidades y ciudades autónomas del país. Más de la mitad cuentan con autoría femenina, y todas las propuestas comparten un objetivo común: mejorar las condiciones de vida de más personas.
Como apunta Lluís Sans, arquitecto en declaraciones a Construnews, tras visitar la exposición: “Ambas exposiciones ofrecen miradas distintas y complementarias sobre el impacto de la arquitectura en la sociedad. Mientras, Habitar España resalta la riqueza, diversidad y calidad de la vivienda en el país durante el último medio siglo, Arquitectura es cooperación, reivindica el poder transformador de la arquitectura como herramienta de cohesión y justicia social”.
Más información: La casa de la arquitectura.

