La propuesta ‘La base y la cruz’ ha sido seleccionada como ganadora del Concurso Internacional de ideas para la resignificación del Valle de Cuelgamuros. El anuncio lo han realizado este martes el presidente del jurado, Iñaqui Carnicero, y el arquitecto David Chipperfield en La Casa de la Arquitectura. El proyecto reinterpreta el conjunto monumental mediante una plataforma y un patio central, que potencian la integración paisajística y la memoria colectiva.
‘La base y la cruz’ se impone por su capacidad para transformar el lugar con claridad conceptual, desde una mirada contemporánea, que busca el reconocimiento, el homenaje y el encuentro.
La propuesta ganadora plantea una nueva visión para el conjunto monumental desde una estrategia basada en la discreción y la transformación clara del entorno. Su planteamiento se organiza en torno a dos elementos principales: una nueva plataforma y un patio que la atraviesa. Estos dos ejes permiten reorganizar el espacio y resolver los condicionantes actuales con una intervención clara, sobria y rotunda.
Desde el punto de vista arquitectónico, el proyecto prioriza los elementos sustanciales del conjunto, eliminando o corrigiendo aquellos de menor interés, siempre desde una mirada respetuosa pero decidida. Más allá de lo formal, el jurado ha valorado que la propuesta redefine el sentido simbólico del espacio: un lugar históricamente conflictivo que se transforma en un entorno de diálogo, memoria, integración y conmemoración.
El concurso, convocado en abril por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, representa un compromiso firme del Gobierno con la memoria democrática. La convocatoria apostaba por una triple mirada artística, arquitectónica y paisajística, capaz de resignificar el espacio y abrirlo al pensamiento contemporáneo.
El jurado ha seleccionado al ganador entre 34 propuestas presentadas de forma anónima, tras una primera fase en la que se eligieron 10 finalistas. La identidad del equipo autor de ‘La base y la cruz’ se dará a conocer en las próximas horas.
Además de Iñaqui Carnicero, el jurado ha estado compuesto por Fernando Martínez (Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática), Jordi Martí (Ministerio de Cultura), Luis Pérez (Consejo de Administración de Patrimonio Nacional), María Teresa Verdú (Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana) y Elena Calama como secretaria. También ha contado con el asesoramiento del antropólogo Francisco Ferrándiz y, por parte de la Iglesia Católica, con Daniel Alberto Escobar, en calidad de asesor técnico.
El fallo supone un paso importante en la resignificación del Valle de Cuelgamuros, abriendo una nueva etapa que busca reconciliar pasado y presente desde el lenguaje del espacio, el paisaje y la arquitectura.
















