
Josep Ignasi de Llorens Duran, Doctor arquitecto
1. Introducción
Uno de los movimientos en los que se basa la arquitectura actual de los centros urbanos de las grandes ciudades es el de la Escuela de Arquitectura de Chicago, que se desarrolló en esta ciudad a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La propició el gran incendio del año 1871, que afectó a una franja de la ciudad construida mayoritariamente con madera. Se requirió una labor ingente de reconstrucción espoleada por el contexto económico de una ciudad que concentraba gran parte de la actividad comercial y de la red de ferrocarril en un continente sin desarrollar abierto repentinamente a la explotación. La demanda y la especulación que se desencadenaron tendieron al aprovechamiento máximo de la superficie disponible, aumentando la ocupación en planta y el volumen (o sea la altura) de la edificación.
2. Las innovaciones técnicas
En este contexto se produjo la adopción del esqueleto de acero, que permitió aumentar considerablemente el número de plantas y eliminar los muros de carga. Además, la construcción en vertical se vio también favorecida por la utilización del ascensor, que alteró sustancialmente el valor de los pisos superiores, con más accesibilidad, iluminación natural y menos ruido. Junto con el teléfono y el correo neumático, permitieron el funcionamiento de hoteles, almacenes y oficinas de cualquier tamaño y número de plantas. De este modo aparecieron los grandes edificios comerciales y los primeros rascacielos, es decir, un nuevo tipo de edificio diáfano, con muchas plantas (10 o más), grandes ventanales y sin compartimentación interior.

Figura 1: H.H.Richardson 1887: Glessner House Figura 2: «Bow windows» del edificio Reliance
Al abandonar los muros macizos de fachada, se redujeron mucho tanto las superficies horizontales ocupadas en planta como las superficies verticales susceptibles de ornamentación, con lo que se limitaron considerablemente los elementos decorativos en beneficio de las superficies lisas y acristaladas en las que predominaba una retícula ortogonal. El neo-románico del apodado «último gran arquitecto tradicional» H.H.Richardson (1838-1886) quedó atrás con sus formas rotundas y compactas de sillería y arcos de medio punto (figura 1). En las fachadas, que ya no tenían función estructural, se pudieron abrir ventanas alargadas horizontales casi continuas que iluminaban crujías profundas. Se formaron las llamadas ventanas de Chicago, «bow windows«, miradores o tribunas (figura 2). Eran tripartitas, con un rectángulo central fijo de mayor tamaño enmarcado entre dos rectángulos menores practicables,
3. William Le Baron Jenney 1832-1907, el padre del rascacielos
En los orígenes de la Escuela de Chicago estuvo William Le Baron Jenney, un arquitecto-ingeniero formado en la «École Centrale des Arts et Manufactures» de Paris donde aprendió la construcción metálica, así como las enseñanzas de Jean Nicolas Louis Durand relativas al sistema de proyecto que utiliza elementos modulares simples, anticipando los componentes de construcción industrializados modernos. Conoció el legado de Viollet-le-Duc y se graduó un año después que su compañero Gustave Eiffel. En 1861 ingresó en la Cuerpo de Ingenieros durante la guerra de secesión y en 1867 abrió su estudio en Chicago especializado en edificios comerciales y planificación urbana. Sus alumnos y colaboradores le atribuyen la paternidad de la aplicación del principio de sostener todo el edificio sobre un armazón de metal cuidadosamente equilibrado, rigidizado y protegido del fuego (D.H.Burnham 1846-1912).
Su obra más innovadora fue el «Home Insurance Building» de 1885, que ya no existe, donde substituyó las paredes de carga por pilares y vigas metálicas. Pasa por ser el primer rascacielos construido con acero, que, convenientemente revestido, se consideraba invulnerable ante los incendios (comparado con la madera). Conviene señalar que el peso del edificio se redujo a un tercio del que hubiese tenido con paredes de carga, lo cual permitió aumentar considerablemente la altura. Originalmente tenía 10 pisos y lo remontaron con dos plantas en 1890 totalizando 55 metros de altura. Fue derribado en 1931.
4. Algunos edificios de la Escuela de Arquitectura de Chicago
1885-1888 Rookery Building, Burnham & Root de 55 m de altura y doce plantas con muros de carga exteriores, estructura de acero interior, ascensores, fachadas de ladrillo y ornamentación elaborada (figura 3). Se cimentó sobre un emparrillado de vigas (otra innovación) dada la resistencia insuficiente de la arcilla de Chicago. Este edificio también se caracteriza por el patio central cubierto con un gran lucernario que proporciona diafanidad y luz natural a las oficinas interiores. Su vestíbulo fue remodelado por Frank Lloyd Wright.

Figura 3: Patio central cubierto del Rookery Building. Figura 4: Auditorium Building Ro1889.
El Auditorium Building de Adler & Sullivan es un edificio multi-uso de oficinas que contiene un teatro para 4.300 espectadores y un hotel (figura 4). Fue en su día el edificio más alto de Chicago y el más grande de los Estados Unidos. Los muros exteriores son macizos de carga, con las reminiscencias neo-románicas de Henry H.Richardson, y el interior está decorado con los motivos vegetales característicos de L.Sullivan.
Uno de los edificios más representativos de la escuela de Chicago es el Reliance Building, (Burnham & Root, 1890, 1895, figura 5)). Es el resultado de la multiplicación de la planta, que repite las ventanas y bandas decoradas, sin establecer una gradación de perspectiva en el sentido de la altura, Su transparencia esquelética contrastó (y sigue contrastando) con el bloque masivo de su contemporáneo Monadnock Building, El Reliance Building fue uno de los primeros edificios con electricidad y teléfono en todas sus oficinas. Es otro hito de la historia de la arquitectura porque la estructura es un esqueleto de acero y las fachadas no están jerarquizadas. Las ventanas, que forman tribunas (bow windows) son continuas, horizontales de vidrio y están enmarcadas por un aplacado de piezas de terracota esmaltada. Por otra parte, la cimentación es de pilotes a 38 m de profundidad, es decir, sobre el subsuelo próximo al lago Michigan muy poco adecuado para la construcción de edificios en altura (30 m de arcillas blandas), contrariamente a lo que sucede en Manhattan, cuyo subsuelo de pórfido granítico aguanta mucho más. El edificio Reliance puede considerarse el precursor de la propuesta de rascacielos realizada por Mies van der Rohe en 1921 para la Friederichstrasse, materializada en el mismo Chicago por J.Heinrich & G.Schipporeit en 1968 (figura 6).

De izquierda a derecha: Figura 5: Reliance Building – Figura 6: Lake Point Tower – Figura 7: Carson Building – Figura 8: Chicago Tribune.
El Carson Building o Sullivan Center (Louis Sullivan,1899) es una de las últimas creaciones de la escuela de Chicago de estructura metálica e interiores continuos y diáfanos (figura 7). Las dos plantas inferiores están decoradas, mientras que las diez plantas restantes expresan el equilibrio neutro inherente al esqueleto y se caracterizan por sus ventanas alargadas en horizontal que iluminan el interior y están colocadas coincidiendo con el entramado estructural. Esta diferencia en el tratamiento de las fachadas ilustra el pragmatismo arquitectónico de Sullivan (y muchos de sus colegas) que contradice el radicalismo funcionalista que no atribuye al ornamento una función simbólica, artística o visual.
5. Conclusión
La escuela de Chicago hizo un uso expresivo de las nuevas posibilidades técnicas en edificios de la vida cotidiana cambiando completamente el aspecto de la ciudad. Se aceptó el cambio formal que todo ello supuso porque la sociedad carecía de vínculos historicistas con el pasado, a diferencia de lo que sucedió en Viena con el denostado edificio de la Michaelerplatz (Adolf Loos, 1911). Sin embargo, el edificio de muchas plantas o rascacielos no quedó exento de críticas, como la de Frank Lloyd Wright que lo calificaba de «estratagema mecánica» para vender varias veces la misma superficie de terreno. El movimiento se interrumpió con la Feria Mundial de Chicago de 1983, que optó por recuperar los cánones clásicos, y el influjo del eclecticismo, como se reflejó en la moda del neogótico presente tanto en el «Woolworth Building» de 1912 en Nueva York como en el concurso de 1922 para el edificio del «Chicago Tribune» (figura 8). No obstante su legado se ha propagado por todo el mundo y se sigue utilizando con profusión.