La luz como materia prima articula un proyecto de arquitectura, interiorismo e innovación tecnológica que homenajea la historia de Simon desde 1916
La nueva sede global de Simon en Barcelona, conocida como SWITCH, representa mucho más que un cambio de ubicación corporativa. Se trata de un ejercicio arquitectónico y simbólico que une pasado y futuro, memoria industrial e innovación lumínica. El proyecto ha transformado la histórica fábrica de Simon en el barrio de Poblenou —donde la empresa operó durante más de medio siglo— en un “smart building” que sintetiza los valores contemporáneos de la compañía: sostenibilidad, colaboración, bienestar e innovación.
La rehabilitación ha estado a cargo del estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos, con interiorismo de Katty Schiebeck Studio y Estudi Antoni Arola, y un proyecto lumínico desarrollado por MMAS Lighting, bajo la dirección de Michela Mezzavilla. Cada intervención ha sido pensada para reforzar una narrativa común que integra funcionalidad, emocionalidad y eficiencia energética. La luz, en este proyecto, no solo ilumina: cuenta una historia.
“Queríamos un edificio que reflejara el cambio cultural que vive Simon, pero que también rindiera homenaje a nuestra historia”, explica Emili Túnica, Global People & Culture Chief Officer. La intervención respeta la estructura original del edificio de los años 50, visibilizando el hormigón como material identitario, y apostando por una distribución de espacios abierta y flexible. Así, se fomenta la colaboración interna y se potencia la calidad ambiental con elementos como la vegetación interior y un patio perimetral diseñado por Arola y Jordi Tamayo.
Uno de los mayores retos ha sido transformar un edificio industrial en un entorno laboral acogedor, casi doméstico. “Buscábamos una atmósfera cálida que contrarrestara la racionalidad de la estructura”, señala Katty Schiebeck. Para ello, se han utilizado curvas en los elementos arquitectónicos —como la emblemática escalera helicoidal de acceso— y materiales inspirados en el diseño mid-century americano, pero reinterpretados con acentos tecnológicos.
Simon demuestra con este proyecto su capacidad para reimaginar el legado industrial a través del diseño contemporáneo.
El proyecto de iluminación, desarrollado en colaboración con Vibia, ha sido clave para esta transformación. Las luminarias seleccionadas —Plusminus, North, Flamingo, Pin y Ghost— no solo responden a criterios funcionales y estéticos, sino que también construyen ambientes según el uso de cada espacio: desde áreas sociales hasta despachos de dirección. El sistema lumínico se organiza en capas que dialogan con las emociones y el bienestar de los usuarios, permitiendo escenarios cambiantes a lo largo del día.
“Concebimos la luz como materia prima y factor aglutinante del proyecto”, afirma Michela Mezzavilla. En este sentido, la colección Plusminus destaca por su versatilidad en despachos y zonas comunes, mientras que Ghost aporta una presencia escultórica en espacios de relajación. Por su parte, Flamingo y North definen los comedores con una luz más dinámica, y la colección Pin ofrece un diseño minimalista perfecto para áreas de trabajo.
La planta baja acoge un showroom interactivo que permite visualizar las transformaciones lumínicas mediante control digital, mientras que las plantas superiores albergan un auditorio, cantina, terraza ajardinada y una sala wellness. Todo ello refuerza una nueva cultura empresarial más abierta, creativa y sensible con el entorno.
SWITCH no solo actualiza la arquitectura de su sede: proyecta una forma de entender la luz, el trabajo y la sostenibilidad en clave de futuro.





