Parlamentos de Agua reimagina la arquitectura como herramienta de acción ecosocial en una propuesta audaz que lleva las aguas de Cataluña, Baleares y Valencia a la Bienal de Arquitectura de Venecia.
El Institut Ramon Llull presenta en los Eventi Collaterali de la Bienal de Venecia el proyecto “Parlamentos de Agua: Arquitecturas Ecosociales Proyectivas”, comisariado por Eva Franch i Gilabert, Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño. La propuesta sitúa el agua en el centro del debate arquitectónico, ecológico y político, y transforma los Docks Cantieri Cucchini —un antiguo astillero veneciano— en un parlamento simbólico que invita a la reflexión, la participación y la acción colectiva.
El agua como agente de diseño
Bajo la premisa de que “toda arquitectura es arquitectura del agua”, el equipo comisarial plantea una mirada transversal que conecta los paisajes hídricos de Lleida, Girona, Tarragona, Barcelona, Valencia y Baleares con los grandes desafíos climáticos del planeta. Más allá de la técnica o la gestión, el agua se convierte aquí en agente narrativo, sujeto de derechos y detonante de nuevos imaginarios ecosociales.
La exposición arranca con una pregunta fundamental: ¿cómo repensar la arquitectura en un mundo donde la crisis hídrica también es cultural y política? A través de instalaciones, audiovisuales y performances, se despliega una visión que renuncia a la excepcionalidad humana y abraza la colaboración entre especies, tecnologías y saberes locales.
Siete arquitecturas proyectivas para un planeta en transición
Fruto de seis talleres celebrados entre 2024 y 2025 en diferentes puntos del Mediterráneo occidental, emergen siete instalaciones especulativas que abordan conflictos reales y actuales:
- Fuentes de Datos, que transforma las fuentes públicas de Barcelona en nodos de ciencia ciudadana.
- Salón de Sedimentos, que visibiliza el impacto ecológico de las presas en el Delta del Ebro.
- Puertas Hídricas, inspirada en las inundaciones de Valencia, repiensa los estándares de seguridad urbana.
- Pyrineucus-Eco-Hydrator, una criatura ficticia que propone nuevas formas de gestionar los bosques pirenaicos.
- Denominación de Destino, que denuncia el extractivismo alimentario con una instalación de banderas y riego agrícola.
- Comunidades de Acuíferos, que conecta simbólicamente viviendas y hoteles con los acuíferos de las Islas Baleares.
- Aguas del Mundo, accesible desde waterparliaments.org, recoge casos internacionales de justicia hídrica.
Más allá de la exposición: libro, atlas y comunidad
La propuesta se amplía a través de dos herramientas editoriales. Por un lado, el libro “100 palabras para el agua” —publicado por Lars Müller Publishers— ofrece un vocabulario crítico con aportaciones de pensadores como Stacy Alaimo, Andrés Jaque, Beatriz Colomina o Philippe Rahm. Por otro, el Atlas de Arquitecturas del Agua funciona como repositorio online de prácticas ecosociales, visibilizando desde redes de irrigación hasta archivos digitales.
Esta dimensión expandida conecta lo local con lo global y asegura que el impacto del proyecto trascienda el marco de la Bienal.
Un film como eje narrativo
La experiencia expositiva se articula también mediante un film documental, que recoge las voces de más de 100 participantes de los Laboratorios de Futuros. La película da respuesta a una única pregunta: ¿Cuál es el conflicto más importante en torno al agua en tu territorio?
El resultado es un relato coral que combina saber técnico y sabiduría popular, generando un discurso donde la resiliencia, la justicia hídrica y la imaginación colectiva se proyectan como estrategias de futuro.
Una arquitectura para convivir con la incertidumbre
“Parlamentos de Agua” dialoga con el lema de la Bienal 2025 —Intelligens. Natural. Artificial. Collective., comisariada por Carlo Ratti— y se alinea con el Congreso Mundial de Arquitectura UIA 2026, que se celebrará en Barcelona bajo el lema Becoming: Architectures for a Planet in Transition. Parlamentos de Agua formará parte de la muestra de este congreso UIA 2026.
Desde la escala doméstica hasta la planetaria, desde los conflictos del presente hasta las proyecciones utópicas, esta propuesta construye un modelo de arquitectura crítica, multiespecie y transformadora. Una arquitectura que no solo diseña espacios, sino que abre posibilidades de vida compartida.
Como afirman los comisarios: “Toda arquitectura es arquitectura del agua”. El reto es hacerla visible, sensible y compartida.
Fotografías de Jose Hevia


